"Mientras las cianobacterias estaban en Colonia eran una anécdota. Ahora pasaron a ser un tema nacional"

"Revertir esto lleva bastante tiempo, pero hay que atacar todas las cusas. Tenemos que repensar el saneamiento, la agricultura y el vertido de residuos industriales", apuntó el ingeniero.

Los uruguayos que no conocen la realidad del interior del país se dieron cuenta este año de que Uruguay tiene varios de sus cauces con agua contaminada con bacterias que fotosintetizan y se reproducen a gran ritmo infectando todo a su paso. Es lo que está sucediendo en este verano. La acumulación de estas algas verdes genera toxinas muy peligrosas para la salud del ser humano y su aglomeración mata la fauna y la ora debajo del agua, por impedir el paso de la luz del sol.

Ver un cauce verde es sinónimo de que esa corriente de agua se está muriendo o directamente se pudrió. Para sus causas se habla de una de las consecuencias del calentamiento global; de un exceso de fósforo y nitrógeno que propicia su reproducción maltusiana, otros dicen que la contaminación de ríos y arroyos es consecuencia directa del mal uso de agroquímicos, fertilizantes y plaguicidas.

Abordamos el tema junto al ingeniero Eduardo Blasina.

Mientras las cianobacterias estaban en Colonia eran una anécdota. Ahora pasaron a ser un tema nacional.

Las cianobacterias quieren decir que estamos viviendo una era de calentamiento global, un reto enorme que tenemos como humanidad. Por otro lado, al agua dulce de Uruguay está llegando demasiado nitrógeno y demasiado fósforo, y eso no puede seguir pasando.

Uno de esos orígenes tiene que ver con el saneamiento: la orina tiene mucho nitrógeno y las heces mucho fósforo. También hay un componente agrícola. Hay otro componente industrial. Y otra parte que viene de los países vecinos.

Revertir esto lleva bastante tiempo, pero hay que atacar todas las cusas. Tenemos que repensar el saneamiento, la agricultura y el vertido de residuos industriales.

Una solución urgente es revisar que todas las industrias cumplan todas las normas que deben cumplir. Que no sea contaminar y pagar la multa.

Hay que restablecer o reforestar los cursos de agua, se necesita vegetación y proteger esos lugares.

Nos tomamos el mate y no sabemos qué composición tiene esa agua que usamos. Tenemos el derecho a saber periódicamente qué es lo que sale de la canilla.

La industria del cannabis es mucho más que UPM. Tiene mucho potencial económico y de empleo, además de poder aliviarle el dolor a una señora o ayudar a un niño con epilepsia. No podemos oponernos a eso.


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