Varias personas acudieron al sepelio del hombre que mató a su exsuegra y a un policía, y que finalmente decidió suicidarse en Paysandú.
El martes llegó a su fin una búsqueda de siete días que comenzó luego de que un hombre asesinara a su exsuegra y a un policía, en el marco de un caso de violencia doméstica -Martín Bentancur pretendía agredir a su expareja-: el doble homicida se suicidó en Termas de Guaviyú, a varios kilómetros de Quebracho, en Paysandú, donde todo comenzó.
Frente a esta situación, la población de la localidad de Quebracho se mostró dividida. Abordamos el tema junto al corresponsal Mario Roveta.
En las redes sociales se pueden leer infinitas posiciones y opiniones sobre todo lo que pasó en torno a este caso.
La población de Quebracho, que es pequeña, reaccionó de forma divida frente a los mensajes que dejó Martín Bentancur antes de suicidarse. Hay tres familias muy dañadas. Hay una gran herida en esta localidad que va a demorar en sanar.
El padre de Bentancur está muy molesto con los comentarios que se hacen y con lo que se ha publicado en los medios sobre su hijo. Más allá de las circunstacnias, esa familia perdió un hijo.
En tanto, está la familia de la expareja de Bentancur: él mató a la abuela de su hija, a la madre de su expareja. Y ese es todo un tema. La mujer y su hija fueron trasladadas a otra zona de Paysandú por razones de seguridad.
La familia del novio actual de la expareja de Bentancur también está conmocionada: a ellos fue a quienes el doble homicida les incendió una vivienda y un montón de maquinaria de trabajo.
La sociedad local está divida frente a todo lo que pasó. La mujer y la niña necesitan apoyo psicológico. La niña tiene que volver a la escuela.
Bentancur tenía un aprecio social. Y eso se ve ahora reflejado. Mucha gente apoya a su familia, mucha gente fue a su sepelio. Y también en las redes sociales algunos hablan sobre él.
