Raquel Sánchez: "No entendemos los fundamentos técnicos ni científicos que avalan esta flexibilización en los valores"

La nutricionista analizó por qué discrepan con la última medida anunciada por el Poder Ejecutivo de flexibilizar en los valores en el etiquetado los alimentos.

El gobierno aprobó un nuevo decreto sobre el etiquetado frontal de alimentos que flexibiliza la cantidad de sodio, azúcar, grasas totales y grasas saturadas que puede tener un alimento procesado. Esta decisión coincide con la obligatoriedad de las advertencias, que a partir de ayer deben estar presentes en la mayoría de los empaquetados.

Cómo tomaron las medidas

Sentimos un gran desconcierto y no entendemos los fundamentos técnicos ni científicos que avalan esta flexibilización en los valores. Se aumentó un 20 % el nivel de sodio, un 30 % el nivel de azúcares, 44 % grasas saturadas.

Esos son los valores que Uruguay decidió. Teníamos en el primer decreto que se tendría que haber empezado a implementar en marzo del  2020 habían tomado como sugerencia la mirada de la OPS. En ese proceso se fijaron los valores, un período de consulta pública, la industria expresó sus inconvenientes y el gobierno flexibilizó la medida y no tomar la medida de OPS. Aumentó la prórroga para que la industria acomodara sus productos para que saliera al mercado, sobre todo el packaging.

Esto es el decreto 272 que se tendría que haber implementado el primero de marzo de 2020. Cuando cambió el gobierno se suspendió el decreto y en setiembre salió el decreto 246 en donde cambian los valores y la forma de medirlos. Al principio nos sorprendió y cuando comenzamos a analizarlas etiquetas vimos que el decreto de setiembre era mucho más exigente y aplaudimos. Ese mismo decreto dice que va a comenzar su fiscalización el primero de febrero de 2021. La alianza empezó cuatro meses antes a moverse y hacer publicidad para que la gente viera con qué se iba a encontrar a partir del primero de febrero. Dos días antes el Ministerio de Industria aumentó los valores. Es mentira que comenzó ayer. Vamos a estar seis meses porque es imposible que las empresas logren cambiar sus productos.

Lo que está en el medio es la salud de la gente. La pandemia nos mostró que la mayor parte de la gente que falleció tenía una enfermedad no transmisible de base que agrava el pronóstico de salud. Dijimos que había que tomar medidas ya. Tenemos muy malos hábitos alimentarios. Hemos aumentado el consumo de alimentos ultra procesados y comemos menos comida casera.

Las galletitas van a perder el rótulo de grasas saturadas porque aumentaron los valores. Preocupa los lácteos por el tema de la azúcar. El primer decreto hablaba de siete gramos. Ahora estamos en 13 gramos de azúcar por cien gramos. A eso hay que descontarle la azúcar de la leche que es la lactosa o si el yogurt ya tiene azúcar de frutas. Descontando esos  a la industria le queda más margen. Mucha gente entiende que hay productos nutricionalmente más adecuados porque tienen más vitaminas o más minerales. Cuando los niños se acostumbran a ese umbral de sabor es muy difícil darles productos que tengan menos azúcar o menos sal.

Regularización en la región

 Todos queremos que se regularice Mercosur, pero eso lleva años. Todos los países estamos en distintos procesos. Cuando se logre la armonización Mercosur todos vamos a en lo mismo. En él mientras tanto es importante tomar medidas. Sobre peso y obesidad está aumentando en todas las franjas etéreas. Es responsabilidad del importador poner los sellos y adaptar el etiquetado al país.


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