El abogado especialista en seguridad social se mantuvo optimista sobre el envejecimiento poblacional, quiere que se vaya "convergiendo a un sistema homogéneo" y ve el ingreso de jóvenes inmigrantes como "una tendencia que ayuda".
Esta semana se conformó la comisión de expertos que analizará cómo reformar la seguridad social. Se trata de 15 técnicos que tendrán un plazo de 90 días para elaborar un diagnóstico de todo el sistema previsional —incluyendo las cajas paraestatales— y otro período igual para “formular las recomendaciones de opciones de reforma de los regímenes previsionales”. La pretensión del Poder Ejecutivo es que se eleve al Parlamento una propuesta de reforma de las jubilaciones a mitad del año próximo. ¿En qué consistirá el trabajo del grupo de expertos?
Desde 1984 en la Conapro manejé el tema, en donde los partidos políticos se reunieron para reencauzar las políticas de gobierno. Ahí comencé.
Son procesos, que no se votarán en el trabajo de esta comisión. La experiencia internacional demostró que hay procesos que duraron dos años o diez, como el sueco.
Lo primero es generar confianza entre los actores. Una cosa son los datos y la otra es la sensibilidad política. Lo primero es generar confianza entre interlocutores.
Población envejecida
Es resultado de dos buenas noticias: vivimos cada vez más, por mejores condiciones de salud, y el otro es la tasa de fecundidad. Está pasando a nivel mundial. A diferencia del siglo XX, que era la explosión demográfica, en este hay una meseta. No deja de ser buena noticia porque ha caído en contextos críticos con madres adolescentes.
Que las mujeres tengan más hijos es algo difícil a lograr. Singapur lo intentó y fracasó, Francia logró algunas tasas. El deseo es que las mujeres tengan la cantidad de hijos que quieran.
La noticia es que la gente va a tener que trabajar más. No quiere decir que no vaya a cobrar una jubilación en determinado momento. Está estudiado que la inactividad es perjudicial. La actividad económica para edades avanzadas es buena para la salud y necesaria, de lo contrario la mochila será insoportable. Ocurre muy injustamente ahora. Aproximadamente la mitad de los jubilados pueden trabajar formalmente. ¿Quiénes no pueden? La otra mitad es la actividad privada.
Recordemos a Carlos Maggi: hubo que inventar un mecanismo de cesión anticipada de derechos de autor sobre un hipotético libro para que pudiera cobrar por un aporte a la sociedad y a él.
Todos los privados podrían seguir trabajando y cobrar una jubilación. Hay dos sectores que pueden mejorar su nivel de actividad: las mujeres, con una tasa de actividad muy inferior a la del hombre, y las personas entre los 55 y 65 años de edad. Necesariamente, para que los jóvenes tengan una mochila para transportar, tiene que haber m ás actividad en la vejez y tiene que haber un nivel mayor de ahorro por las generaciones que se van a jubilar.
Tenemos que mirar lo que pasa en el mundo. Han hecho sistemas mixtos de muy larga data, como Holanda y Dinamarca. Van por responsabilidad fiscal mínima y por encima de eso, esquemas contributivos. Otra parte muy importante es la capitalización. Acá pensamos que es un invento de Chile. Esos países tienen el doble de su PBI en fondos de capitalización.
Hay que reforzar el sistema mixto. A partir del 2008 se desandó bastante. Tiene enormes oportunidades de mejora.
Ernesto Murro en la comisión
Está bueno que podamos dialogar con él. Estoy seguro de que él quiere la mejor situación posible para los uruguayos. Él le puso mucho énfasis en el lucro de las AFAP. Reconozco que por muchos años tuvieron ganancias excesivas, porque el regulador estuvo omiso. Estamos abiertos a conversar de eso.
En Chile el sistema se basa exclusivamente en un sistema de capitalización individual. Dos datos: Uruguay tiene un presupuesto de 11 % del PBI y la tasa de jubilación que dan es del 60 % de su salario.
Hoy en día no hay reforma en el mundo que no incorpore un pilar de capitalización individual. En Suecia incrementaron este año la edad de jubilación a 66 años con la condición de que está indexado a la esperanza de vida.
Cajas paraestatales
Tienen una larga tradición en Uruguay, producto de una forma anárquica en que surgió el sistema y son una realidad. Si estuviéramos en un desierto, diría que debería haber un pilar único. No estamos en esa situación. Este mediodía tengo una reunión con el directorio de la Caja de Profesionales. Hay mucho que cambiar, pero no podemos hacerlo de un plumazo. Lo ideal es ir convergiendo a un sistema homogéneo.
Vamos a trabajar: tiene que ser autosustentable, que tenga viabilidad a largo plazo y disminuir inequidades que presentan.
Inmigración juvenil
Uruguay en 1950 teníamos ocho personas por cada jubilado. En 2024 tendremos dos y medio por cada uno. Es una tendencia que ayuda.
