Un uruguayo dirige el trabajo de desmontaje y almacenamiento del órgano de la catedral de Notre Dame

El artesano de órganos y maestro de obra, Mario D'Amico, contó cómo avanza la compleja tarea que se realiza en Notre Dame.

La primera etapa de las obras de reconstrucción de la catedral de Notre Dame de París se iniciaron el pasado 3 de agosto con el cuidadoso traslado de la consola del gran órgano sinfónico a una base y su descenso hasta el piso, trece metros más abajo. La consola es un puesto de conducción de talla modesta con relación al conjunto del instrumento, pero es crucial: cinco teclados para las manos, un teclado para los pies y 115 mandos. Su traslado es solo el comienzo de esta "obra dentro de la obra" que debe concluirse a tiempo para que se celebre con música un Te Deum en la catedral el 16 de abril de 2024, dentro del plazo de cinco años fijado por el presidente Emmanuel Macron, después del incendio.

Tenemos un órgano muy similar abandonado en Montevideo, uno hecho en Lyon en el siglo XIX. Lo tenemos abandonado al lado de la Plaza del Entrevero, en la Iglesia de los Vascos, es un órgano hermano del de Notre Dame.

Me divierte muchísimo que desde Uruguay me preguntan mucho del órgano de Notre Dame y tenemos un hermanito en una iglesia de Montevideo. Pasó que en 1985, Cristina García Banegas tocaba, se derrumbó el muro que estaba protegiendo el vitral detrás del órgano y para reparar desmontaron el órgano y quedó abandonado.

En Uruguay empecé con una empresa alemana que restauró un órgano en Paysandú, después me fui a Barcelona para estar por nueve años en uno de los talleres más importantes del mundo. Hace un año y medio, tuve la suerte de que Pascal Boivin – de los más grandes constructores del mundo – me invitó a formar parte de su equipo. Tengo la suerte de que Pascal me confió la tarea de dirigir el trabajo en la catedral, pero el jefe es él.

Somos unas diez personas. Hay que desmontarlo por completo, hay muchos fuelles de cuero que con el tiempo se van degradando y luego los tubos, que con su material se van deformando.

Cada vez que restauramos un órgano tenemos que saber interpretar la armonización de origen. En Notre Dame hay más de 8.000 tubos en el órgano. Imagínense que el órgano de la Basílica de Paysandú son 1.200.

Dentro del órgano hay tubos que son medievales, del siglo XIV o XV. El experto que dirige la maniobra resume que es la historia entera de los órganos franceses en uno solo. Es un órgano evolutivo. Hasta el mundo del órgano va cambiando.

El incendio

Lo viví desesperado. Estaba con el teléfono intentando rescatar, porque hay maniobras que podemos hacer. Si pasa los 200 ºC los tubos se pasan a derretir como chocolate.

Tiene que volverá sonar en abril 2024. Son trabajos de muchísimo tiempo.


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