El actor argentino almorzó en Desayunos Informales y contó cómo logró superarse y dedicarse a la actuación.
Abel se fue de su casa cuando tenía nueve años y no volvió más. Vivió un tiempo en la calle y luego, desde los 10 hasta los 17, vivió en un hogar. No se cansa de repetir que fue el director argentino Juan Carlos Desanzo fue el que le cambió la vida cuando decidió filmar la película "El Polaquito" con niños de la calle. "El Polaquito" cuenta la historia de un niño que apareció muerto en la Estación Central de Constitución y en una recorrida por varios hogares, Desanzo eligió a Abel -que en ese entonces tenía 12 años- para interpretar al protagonista principal.
Desde allí nunca se dedicó a otra cosa que no fuera actuar. Ha formado parte de grandes proyectos junto a grandes artistas. Ahora mismo está al aire en La Tele en El Maestro, junto a Julio Chavez, Inés Estevez y Carla Quevedo.
Su historia de vida lo ha convertido en un ejemplo a seguir, por eso dicta charlas motivacionales hablando sobre resiliencia. "Lo que intento en las charlas es mostrarle a la gente que las historias pueden cambiar, que es realmente así. Eso me pasó a mí", dijo Abel.
Contó también que en un principio le daba mucha verguenza hablar sobre su historia y decir que vivía en un hogar. "La mirada del otro tiene siempre eso de 'pobre, qué triste'. Yo fui muy feliz, era muy libre", contó. "Nací rodeado de mucha pobreza pero tenía mucha libertad, eso para mí fue un gran tesoro", relató.
