Debatimos sobre este tema con el prosecretario de la IM, Christian Di Candia; el director de emergencia pediátrica del Pereira Rossell, Javier Prego y el adiestrador de perros Francisco Winterhalter.
Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre pero no en todos los casos es así.
Según un estudio de la Emergencia del Pereira Rossell, en el año 2013 se atendieron 301 niños por mordeduras de animales, siendo la mayoría por mordidas de perros.
Otro dato que revela la investigación es que fueron atendidos más varones que nenas y el promedio de edad fue de 6 años. Además es muy común que los ataques sean con perros con cierto vínculo y no con perros callejeros.
Si bien la mayoría de las lesiones fueron leves, todos requirieron atención médica.
Dada esta preocupación y la inquietud de que la ciudad tenga lugares exclusivos para los perros, este año la intendencia estableció playas y plazas específicas para perros.
Según especialistas una de las razones de que haya casi una mordedura por día tiene que ver con la preferencia por perros de gran porte como los Pitbull.
Además, desde hace un tiempo, se impuso la obligación de utilizar correas para perros e inclusive bozales.
Varios fueron los casos de personas mordidas por perros, recordemos el caso de la médica del pinar que ingresó a una casa para atender un enfermo y fue mordida por un pitbull.
O el del niño de 5 años que sufrió una mordida del perro de la vecina mientras jugaba en el patio de su casa.
O el de la una mujer de 55 años fue mordida por un Pitbull, cuando caminaba por la calle en Maldonado.
Muchos son los casos de mordidas de perros. Pero ¿la culpa es del perro o de las personas, todos los perros son iguales? o ¿hay razas con determinadas características que las hacen más agresivas? ¿Es posible corregir el fenómeno de las mordeduras? ¿Efectivamente se controla el uso de la correa y el bozal?
De esto hablamos con el prosecretario general de la Intendencia de Montevideo, Christian Di Candia; el director de emergencia pediátrica del Pereira Rossell, Javier Prego y el adiestrador de perros Francisco Winterhalter.
