¡Cerramos la semana con una delicia dulce!
Para la masa:
500 gr. de harina
30 gr. de levadura fresca
100 ml. de leche entera
100 gr. de Azúcar
1 cta de vainilla
2 huevos
125 gr. de manteca
1/2 cta de sal
Comenzamos preparando una esponja, para ello mezclamos en un bol la leche tibia con la levadura y 2 cucharadas de azúcar. Dejamos que fermente durante 15 minutos.
Cuando la esponja esté lista mezclamos en un bowl la harina, el resto de azúcar, la esencia de vainilla, la sal, la esponja y los dos huevos, todo menos la manteca.
Comenzar a amasar hasta que tengamos una masa homogénea, durante unos 5 a 7 minutos.
En este punto añadimos la manteca a temperatura ambiente.
Se formará una masa súper pegajosa, seguir amasando hasta tener una masa lisa y brillante.
La forma de trabajar esta masa es a golpes, doblándola, la agarramos con las manos y la lanzamos a la mesa. Así durante unos minutos. Conseguiremos que la masa no se pegue para nada a la mesada.
Poner la masa en un bowl y dejar que doble su volumen.
Volcar la masa sobre una superficie enharinada y desgasificar.
Formar bolitas con las manos de unos 30 gr. cada una. Colocar sobre una bandeja dejar que fermenten nuevamente hasta doblar el volumen.
Freir en una olla algo profunda con abundante cantidad de aceite caliente a fuego medio.
Escurrir en papel de cocina y aún en caliente rebozar por azúcar.
