Crisis en Afganistán: "Esto es un fracaso de la comunidad internacional"

Conversamos con el periodista especialista en estudios internacionales Gonzalo Montaner Peralta, quien explicó sobre la situación actual en Afganistán y la llegada de los talibanes. También habló sobre el rol de Estados Unidos y la comunidad internacional. Además, comentó sobre la influencia del grupo Al Qaeda en el país afgano.

Después de casi dos décadas de guerra en Afganistán y pocas semanas antes de la retirada programada de las fuerzas estadounidenses, el domingo los talibanes retomaron el poder en Kabul, la capital, derrocando al gobierno y haciendo que miles de personas emprendan una carrera desesperada para escapar del país.

La caída de Kabul borró el último vestigio de control gubernamental después de una feroz ofensiva talibán que tomó una gran ciudad tras otra en cuestión de días. El presidente Ashraf Ghani huyó del país el domingo y horas después los líderes talibanes ocuparon su lugar en el palacio presidencial.

¿En qué situación quedó Afganistán? ¿Cómo debe interpretarse este ascenso al poder de los talibanes?

Crisis en Afganistán

Lo primero hay que situarse es un fracaso de la comunidad internacional dentro del ámbito de la seguridad. Los acuerdos de Doha fueron acuerdos que establecían un retiro de lo que Afganistán pero no se planificó esto ahora. Como vemos los talibanes realizaron esta conquista uno se va dando cuenta de que no hubo estrategia y planificación. Estaba claro que la guerra tenía que terminar, pero el punto es que la salida fue absolutamente fue un error en términos de cómo se planteó. La comunidad internacional luego de las Torres Gemelas se quedan 20 años y ahora se vuelve a la situación anterior.

Hay una situación de cómo pensar y mirar este proceso. No se actuó de forma correcta. Es un fracaso para la política internacional de Estados Unidos y también de los organismos internacionales.

Esto es un error de política exterior, esto es un error de Bush, de Obama, de Trump y ahora le tocó a Biden. Es un error de la política exterior estadounidense porque básicamente porque tiene un aspecto militar relevante, pero también hay un punto que es el cómo miramos y pensamos a estos países, es decir, la forma en que vemos los problemas de Afganistán ha sido mirado desde un punto de vista Occidental.  El tema es que son otros mundos, otras cosmovisiones espaciales e incluso temporales. Cuando uno va imponer un modelo Occidental a otras personas que han escogido vivir de otra forma eso es un choque de civilizaciones. En cambio, a lo que había que apostar era por un diálogo de civilizaciones. Cómo convoco y coopero como comunidad internacional a que Afganistán se hubiera fortalecido.

Políticas de los Talibanes

Estamos en una situación de desarrollo. Lo que he podido analizar habrá un proceso de política degradada. Van a mostrar una cara amable, un gobierno aperturista, de que las mujeres van a poder trabajar, pero con una letra chica, pero siempre estará acondicionada a una interpretación errada de lo que es el Islam. Hay que recordar que los Talibanes son un grupo fundamentalista.  Tienen una visión particular. Esta cara amable en el discurso político, y ojo con no mirar a las políticas de Arabia Saudita y Qatar que también tienen un islam radical. El talibán se mostrará tolerante, pero en realidad no se mostrará eso.

Tienen una política antojadísima, porque surge de ellos. Los propios musulmanes son los más afectados con esta situación. Las mayores víctimas en los últimos 20 años han sido los musulmanes. Lo que vamos a ver es una política degradada que será un discurso, pero en la práctica será distinto.

Hay imágenes que han sido iconográficas, como por ejemplo la de ciudadanos subiendo al avión y cayendo, pueden ser imágenes que te lleven a la época de la Torres Gemelas de cuando las torres estaban humeando y las personas saltaban de las torres y eso evidencia desde el punto de vista comunicacional cómo fracasó el tema de la comunidad internacional. Hoy por hoy para la sociedad afgana es una crisis humanitaria no menor, enfrentaremos una crisis absoluta. Habrá un tema de refugios y para la comunidad de la Unión Europea y Estados Unidos  es un punto de preocupación con respecto a cómo van a enfrentar los refugios, esto se asimilará a lo que fue la crisis humanitaria en Siria.

Los talibanes llegaron y se van a quedar. Van a instalar un gobierno democrático, ellos creen que están ahí por decisión divina. Un régimen totalmente totalitario. Los partidos políticos no funcionarán. Las personas que piensen distintos estarán en una situación de miedo.

Es muy importante el rol del periodismo desde donde sea. Son absolutamente relevantes para dar tema sobre el tema internacional y debemos hacernos cargo como comunidad internacional.

Recuerden la lucha de Afganistán contra los rusos, quienes alimentaron desde el punto de vista logístico y armamento fue Estados Unidos. Directo o indirectamente Estados Unidos también ha pertrechado lo que Al Qaeda. Uno va viendo que finalmente el mundo es un tablero de ajedrez y quienes son tus aliados pueden ser tus más acérrimos enemigos. El ejército afgano fue pertrechado, fue potenciado, pero no resultó, entonces la pregunta es qué pasó y qué pasó es que no la comunidad internacional no entendió nada de cómo enfrentar esta situación. La estabilidad de los países no pasa solamente por armar fuerzas armadas, sino por integrar una sociedad, entonces lo que pasó fue que la comunidad internacional se centró principalmente en Kabul, una ciudad más moderna, más abierta, pero el resto del país en un país que hay que entenderlo, donde hay tribus, hay clanes, distintas etnias, en este caso los talibanes son pastunes, los pastunes no fueron tenidos en cuenta en este nuevo Afganistán y finalmente se prefirió optar por la línea del Talibán porque además contó con el apoyo de la periferia, es decir, la periferia es la que potenció lo que era el talibán.

Al Qaeda

Cuando hablamos del fracaso de la comunidad internacional, también vemos que Biden opera a nivel internacional. En el libro que estamos escribiendo con mi colega, planteamos que la amenaza de Al Qaeda continúa. De cómo nunca ha sido aniquilado, siempre ha estado presente y la amenaza continúa. Sobre el grupo Talibán puede ser que esta amenaza crezca. Cómo ocurrió en la década del 90’ a eso lo veo lejísimo porque el talibán debe mantener esa imagen de aperturista. Probablemente prometa que no apoyará a los rusos, pero no lo sabemos porque es una situación absolutamente compleja. Esto potenciará a los grupos fundamentalistas no solo en Afganistán, sino que en otras partes del mundo.

También otras zonas de África que son franquicias de Al Qaeda, estas situaciones van dejando en evidencia de que no nos dimos cuenta y de que no encontramos respuestas a estos escenarios.

Creo que es incierto. No sabemos que puede pasar. En este minuto estamos como que es una noticia en desarrollo. El talibán esta absolutamente motivado y no ha tenido bajas. Todo esto está en desarrollo, en los próximos meses estaremos conversando y analizando esta situación.

EE.UU. y talibanes firmaron un acuerdo histórico que significará el inicio de la retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán

Estados Unidos y los talibanes firmaron este sábado un acuerdo histórico en Doha que allana el camino para la retirada de las tropas estadounidenses y abre la puerta a unas negociaciones de paz entre insurgentes y gobierno destinadas a poner fin a 18 años de guerra. Entre aplausos y gritos de "Allahu Akbar (Dios es el más grande)" de […]

Estados Unidos y los talibanes firmaron este sábado un acuerdo histórico en Doha que allana el camino para la retirada de las tropas estadounidenses y abre la puerta a unas negociaciones de paz entre insurgentes y gobierno destinadas a poner fin a 18 años de guerra.

Entre aplausos y gritos de "Allahu Akbar (Dios es el más grande)" de algunos asistentes, el negociador estadounidense Zalmay Khalilzad y el jefe político de los talibanes, Abdul Ghani Baradar, rubricaron el texto en la capital catarí en presencia del secretario de Estado, Mike Pompeo, y de representantes de unos 30 países.

Fue la conclusión de año y medio de complicadas negociaciones.

El texto no es un acuerdo de paz propiamente dicho porque las autoridades afganas, ellas mismas divididas tras unas criticadas elecciones presidenciales, han quedado por ahora al margen de estas conversaciones.

Sin embargo y desde ya, Estados Unidos se compromete a comenzar a retirar sus tropas del país. De 13.000 soldados se pasará a 8.600 en los próximos 135 días con el objetivo de que no quede un solo soldado estadounidense en el país en un plazo máximo de 14 meses, según queda estipulado en el acuerdo.

Todo ello condicionado a que los talibanes cumplan sus compromisos, pongan fin a sus ataques y comiencen las negociaciones con el gobierno, previstas, según el texto, el 10 de marzo, probablemente en Oslo.

Como muestra de buena voluntad de todas las partes, hasta "5.000 prisioneros de los (talibanes) y 1.000 prisioneros del otro lado (fuerzas afganas) serán liberados coincidiendo con el inicio de la negociaciones afganas", reza el acuerdo.

- Romper lazos con Al Qaeda -

Si los términos del pacto firmado el sábado se respetan "nosotros y el resto de la comunidad internacional reunidos aquí estamos dispuestos a (hacer) gestos recíprocos", dijo Pompeo.

Entre los compromisos que los talibanes deben cumplir, advirtió el jefe de la diplomacia estadounidense, está "la promesa de cortar los lazos con (el grupo yihadista) Al Qaeda".

"Los talibanes no autorizarán a ninguno de sus miembros, a otros individuos o grupos, como por ejemplo Al Qaeda, usar el territorio afgano para amenazar la seguridad de Estados Unidos y sus aliados", dice el texto.

Afganistán se convirtió en la base de Al Qaeda tras la victoria de los talibanes en 1996, y a partir de ese territorio, la organización que lideraba Osama Bin Laden orquestó los atentados del 11 de septiembre de 2001, que precipitaron la guerra y la invasión por parte de Washington y sus aliados.

A pesar de todas las incógnitas, Trump podrá presentar este acuerdo en la campaña para su reelección, en los próximos meses, como el cumplimiento de una promesa: poner fin a la guerra más larga en Estados Unidos.

Sus críticos dicen que Estados Unidos da mucho a cambio de poco, pero el gobierno asegura que las garantías dadas por los talibanes responden a la razón que provocó esta guerra: los atentados del 11 de septiembre.

Estados Unidos, alertó el secretario de Defensa, Mark Esper, "no dudará en anular este acuerdo" si los talibanes no cumplen con su palabra. En ese caso "perderán su oportunidad de sentarse con el resto de afganos y deliberar sobre el futuro de su país", agregó.

"Debido al acuerdo (...) por el que nuestro pueblo está contento, y lo celebra, hemos interrumpido todas nuestras operaciones militares en el país", declaró a la AFP Zabihulá Mujahid, un portavoz de los insurgentes en Kabul.

- Tregua respetada -

Pese a las dificultades que han presidido estos meses de negociación, los estadounidenses se dicen satisfechos por la semana de tregua parcial que ha sido respetada por todas las partes hasta la firma del acuerdo.

Este alto el fuego era una exigencia de Trump, quien en septiembre había anulado la firma del acuerdo tras la muerte de un soldado estadounidense en un terrible atentado en Kabul.

Unos 30 países estuvieron presentes en la firma del acuerdo en Doha pero no el gobierno afgano, quien sí envió una pequeña delegación para una "primera toma de contacto" con los talibanes.

El acuerdo de Doha es un "importante primer paso hacia un proceso de paz global," dijo la Unión Europea. "No hay que perder esta oportunidad", agregó.

Los talibanes fueron expulsados del poder un una coalición internacional liderada por Estados Unidos tras los atentados de 2001. Desde entonces han librado una guerra de guerrillas.

Entre 32.000 y 60.000 civiles afganos han muerto en este conflicto, según la ONU, además de 1.900 militares estadounidenses.

Para Robert Malley, presidente de la organización de prevención de conflictos International Crisis Group, "ningún acuerdo es perfecto" pero el de este sábado "representa una sólida esperanza para avanzar hacia el fin de una guerra que ha durado casi dos décadas".

Estados Unidos recuerda los atentados del 11/9 cometidos hace 18 años; Trump promete intensificar combates contra los talibanes

Los ataques del 11 de septiembre de 2001, que dejaron 3.000 víctimas fatales, llevaron a Estados Unidos a lanzar una ofensiva militar masiva en Afganistán para desalojar al régimen talibán, que protegió a los responsables de los atentados. 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió nuevamente este miércoles, cuando se cumplen 18 años de los atentados del 11 de septiembre, intensificar los combates contra los talibanes en Afganistán, días después de haber cancelado las negociaciones de paz con los insurgentes.

"En los últimos cuatro días hemos golpeado a nuestro enemigo más fuertemente de lo que jamás lo habíamos hecho, y eso continuará", dijo Trump durante una ceremonia en el Pentágono, donde se estrelló uno de los cuatro aviones desviados por los yihadistas de Al Qaeda.

Los ataques del 11 de septiembre de 2001, que dejaron 3.000 víctimas fatales, llevaron a Estados Unidos a lanzar una ofensiva militar masiva en Afganistán para desalojar al régimen talibán, que protegió a los responsables de los atentados.

Refiriéndose al bombardeo de Kabul que acabó con la vida de un soldado estadounidense la semana pasada y que provocó la cancelación de las "conversaciones de paz" organizadas en secreto, Trump estimó que los talibanes querían mostrar su fuerza, pero que realmente habían demostrado su "debilidad".

"Si por alguna razón, regresan a nuestro país, iremos a donde sea que estén y usaremos un poder del que Estados Unidos nunca ha usado antes", dijo.

"Y ni siquiera hablo de poder nuclear", agregó.

En la actualidad hay 13.000 soldados estadounidenses en Afganistán.

El acuerdo de paz que se estaba negociando con los talibanes tenía como objetivo reducir progresivamente esa cifra a cambio de las garantías contraterroristas de los talibanes, una "reducción de violencia" y la apertura de negociaciones directas de paz con las autoridades de Kabul, a lo que los insurgentes hasta ahora siempre se habían negado.

Talibanes atentaron contra policías en Afganistán

Dos coches bomba explotaron contra un cuartel de policía.

Los talibanes llevaron a cabo este domingo un ataque coordinado que duró varias horas contra la sede de la policía en Gardez, en el sureste de Afganistán, confirmando la intensificación de sus ofensivas durante el mes sagrado musulmán del ramadán.

El asalto, que duró casi diez horas, dejó cinco muertos y nueve heridos entre los policías y trece heridos civiles, anunció la oficina del gobernador de la provincia de Paktiya en un comunicado anunciado el final del ataque.

Este fue llevado a cabo por un grupo de siete talibanes. Todos murieron, afirmaron las autoridades, precisando que uno de ellos se hizo estallar a la entrada de sede policial para abrir paso a los demás.

"Cuatro (asaltantes) murieron por la respuesta de las fuerzas especiales y otros dos resistieron en el lugar durante varias horas", según el comunicado.

La base de Gardez, capital de la provincia de Paktiya, acoge a policías ordinarios y a miembros de las fuerzas especiales de la policía afgana.

El comandante de policía de la zona sureste de Afganistán, Asadulá Shirzad, detalló el desarrollo de un ataque coordinado y bien preparado cuyo esquema se ha repetido ya en el pasado.

"Un primer (asaltante) hizo explotar su vehículo a la entrada de la sede abriendo la vía a otros dos que abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad", explicó. "Otro kamikaze fue abatido", añadió.

El portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, revindicó el asalto en un comunicado.

"Hacia las 06H20 de esta mañana nuestros muyahidines lanzaron un ataque de mártires contra una base de las fuerzas especiales en Gardez, Paktiya", escribió.

Y como es costumbre, dio un balance muy superior al oficial, de un "centenar de muertos y heridos entre los policías".

- Avance insurgentes -

Desde el comienzo a finales de abril de su ofensiva de primavera, los talibanes multiplican los ataque mortales contra posiciones del ejército y la policía afganos, evidenciando la vulnerabilidad de estos cuerpos que han perdido varias decenas de hombres en las últimas semanas.

Unos 60 militares murieron así en ataques a sus bases, en su mayoría realizados de noche, solo en la provincia de Kandahar, en el sur del país, en el transcurso de una semana a finales de mayo.

Atacan también a las fuerzas de la coalición internacional desplegadas en apoyo a las fuerzas afganas.

Siete soldados estadounidenses resultaron heridos el sábado por un soldado afgano, que disparó contra sus instructores y consejeros.

Sin reivindicar la operación, los talibanes, que quieren la caída del régimen del presidente Ashraf Ghani y la salida de las fuerzas occidentales que los respaldan, calificaron al soldado de "patriota".

La multiplicación de estos ataques tiene lugar en un momento en que el Pentágono se dispone a anunciar el envío de varios miles de hombres adicionales para contrarrestar el avance de los insurgentes islamistas en el país.

(AFP)

Atentado suicida en Kabul dejó al menos nueve muertos

A su vez hubo otro ataque en Afganistán, lo que siembra dudas sobre el recomienzo de las negociaciones de paz con los talibanes.

Un suicida talibán con bomba se voló cerca del Ministerio de Defensa de Afganistán en Kabul este sábado y causó numerosas víctimas. Sucedió apenas horas después de otro ataque en el este del país que dejó trece muertes y puso un manto de dudas sobre el comienzo de nuevas negociaciones de paz.

El ataque en Kabul tuvo lugar mientras los trabajadores del Ministerio dejaban sus oficinas y mató a doce personas, más otras ocho heridas. La Policía difundió sin embargo que hubo nueve muertos y doce heridos.

Los talibanes reivindicaron la responsabilidad del ataque.

Talibanes tomaron responsabilidad por atentado contra helicóptero en Pakistán

El impacto dejó seis muertos, entre ellos los embjadores de Noruega y Filipinas.

Seis personas murieron en Pakistán tras un atentado contra un helicóptero, entre ellos los embajadores de Noruega y Filipinas. Los talibanes paquistaníes afirman que derribaron la nave con un misil y que buscaban matar al primer ministro, que iba a viajar en un primer momento y en última instancia no lo hizo. Pero el Ministerio de Defensa del país asiático echó la culpa a una falla técnica, según la BBC.

La aeronave impactó contra un colegio en el Himalaya. El ejército paquistaní informó que en el helicóptero viajaban también once otras personas, todos con destino a visitar la región de Cachemira. La delegación completa abarcaba otras dos aeronaves.