¿Cómo y cuándo empezó a hacer arte el ser humano?

Para la ciencia es importante responder esta pregunta porque habla de la capacidad creativa del ser humanos.

La pregunta viene dando vueltas en el mundo de la ciencia desde hace ya un buen tiempo: ¿quiénes fueron los primeros artistas?

Durante años, la respuesta a esta interrogante no estuvo del todo clara. Históricamente, los científicos atribuyeron estas primeras capacidades simbólicas a los humanos modernos, aquellos que llegaron a Europa desde África y luego se expandieron por todo el continente. Pero en los últimos años la evidencia está empezando a apuntar hacia otra especie: los neardentales.

Según publicó la revista Science, estos individuos que habitaron el planeta hace 230 mil años ya mostraban pequeños indicios de contar con una mayor capacidad creativa de la que se creía. Los estudios señalan que se decoraban el cuerpo con polvos de arcilla y mostacillas de piedra y madera. También que trazaban signos en huesos y piedras.

De hecho, el arte rupestre más antiguo encontrado en Europa está alojado en cuevas españolas y es anterior a los humanos modernos. Este hallazgo abrió la puerta a nuevas oportunidades de exploración y también trajo varias incógnitas para los científicos.

“Las figuras se realizaron con pigmento de color rojo. El colorante se reducía a polvo machacándolo y se mezclaba con agua”, explicó a la agencia Sinc uno de los investigadores en esta materia. Y agregó que es muy probable que para dibujar hayan usados sus dedos o algún pincel rústico.

Ahora bien, ¿cómo podrían interpretarse todas esas expresiones gráficas?

“Son símbolos que pertenecen a un lenguaje gráfico del que no conocemos las claves para interpretarlos. Pero lo que sí sabemos es que están implantados en zonas cercanas a la cueva o en lugares no escondidos, creemos que para ser fácilmente visualizados ya que el color rojo impacta y de un acceso no restringido. Aunque son solo hipótesis sobre las que habrá que avanzar”, dijo el científico.

Las respuestas a todas estas interrogantes podrían arrojar luz sobre cómo el ser humano desarrolló su capacidad de comunicación y expresión y dar claves para entender a dónde podría evolucionar la especie humana de ahora en adelante.


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