Desde heridos en un accidente hasta adictos a la cocaína: así trabaja el servicio de prótesis buco maxilofacial de la UdelaR

¿De qué tipo de prótesis estamos hablando? Pueden ser personas que perdieron la nariz, las orejas, los ojos, o alguna parte de la boca.

En la facultad de Odontología existe un servicio universal de prótesis buco maxilofacial. Son un equipo de 20 profesionales que trabajan con todas esas personas que pierden algún apéndice facial y necesitan una prótesis.

¿De qué tipo de prótesis estamos hablando? Pueden ser personas que perdieron la nariz, las orejas, los ojos, o alguna parte de la boca. También pueden ser personas que tengan varias combinaciones.

Los pacientes recurren a este servicio por motivos bien diversos, porque son varias las razones por las que una persona puede necesitar una prótesis facial.

En la mayoría de los casos se trata de pacientes que pierden alguna parte del rostro por un trauma, como puede ser un accidente de tránsito. Al mismo tiempo por enfermedades como el cáncer o problemas congénitos. Y por último tenemos el consumo de drogas.

Consumir cocaína, por ejemplo, con mucha frecuencia va obstruyendo la circulación de sangre, lo que genera deshidratación y falta de oxígeno. Eso hace que los tejidos de la nariz y el paladar de un consumidor se vayan perforando. También se puede hundir el tabique nasal.

Los expertos perciben un aumento de entre el 20 y el 30% de las consultas de daños faciales vinculados al consumo  de cocaína.

Las causas aún no están establecidas, pero una hipótesis podría ser que la cocaína que está circulando en el último tiempo puede estar más cortada, y por ende ser de peor calidad, que en años anteriores.

Telemundo recorrió el laboratorio en donde funciona este servicio en la facultad de Odontología y conversó con algunos de sus referentes. Un trabajo que mezcla ciencia con arte y artesanía y se respalda también con el uso de nuevas tecnologías.

“El rostro nos identifica”, dijo el director español Pedro Almodóvar en su película La piel que habito. Y a juzgar por el peso y el lugar central que diversas culturas humanas le han puesto históricamente al rostro, podemos decir que Almodóvar tenía razón.

¿Qué pasa cuando por un accidente o una enfermedad ese rostro está comprometido? Esa es una pregunta que atraviesa a 350 uruguayos todos los años. Ese es, al menos, el número de pacientes que anualmente reciben atención del Servicio de Prótesis Buco Maxilofacial, un instituto de rehabilitación que funciona dentro de la facultad de Odontología de la Universidad de la República.

Esto nace en 1980 y lo inauguró la doctora Isabel Yankelevich. Sigue siendo hoy el único centro de rehabilitación buco maxilofacial del país y es un centro de referencia a nivel nacional e internacional.

Es un servicio de acceso universal, pero no gratuito. Es decir, hay un arancel para los pacientes porque Facultad Odontología no recibe un fondo aparte para dar este tipo de atención. Cualquier paciente de todo el territorio nacional, derivado de cualquier servicio de salud, sea público o privado, va a ser atendido en la facultad.

Las prótesis más comunes que se confeccionan en el servicio son las oculares y en esta categoría los pacientes más frecuentes suelen ser niños y niñas.

El equipo cuenta con 15 profesionales y es multidisciplinario, hay asistente social, psicóloga, fonoaudióloga, asistentes dentales, odontólogos rehabilitadores y laboratorista dentales.

El abordaje multidisciplinario permite acompañar a los pacientes en una rehabilitación que suele ser muy difícil por todo lo que implica el rostro para una persona. Y ahí el trabajo psicológico para manejar las expectativas es clave ya que las prótesis nunca van a igualar a la parte de la cara que pretenden reponer.

Los precios de las prótesis varían. Una prótesis ocular, por ejemplo, cuesta 25 mil pesos. Pero hay tratamientos más complicados que requieren implantes integrados, por ejemplo, y en esos casos los precios solo de materiales están entre los 3.000 y los 5.000 dólares.

Es por eso que el instituto tiene convenio con el Hospital de Ojos, el Clínicas o el Hospital de Durazno.

Pero también se estableció hace muy poco la Fundación Rostros que buscará crear un fondo en base a donaciones para tratar a las personas que no puedan pagar las prótesis.