La Tierra gira más rápido de lo habitual y se registró el día más corto en décadas

El 29 de junio de este año la medianoche llegó 1,59 milisegundos antes. El récord casi se vuelve a romper este mismo año cuando el 26 de julio la medianoche llegó 1,5 milisegundos antes.

Si sentís que últimamente tus días están pasando cada vez más rápido, puede que haya una razón científica para explicarlo. Bueno, en realidad no tanto. Es que sí, la Tierra está girando más rápido de lo que lo hace habitualmente, pero su aceleración es tan, pero tan lenta que se vuelve imperceptible para los humanos.

Imperceptible para los humanos, pero no para los relojes atómicos de alta precisión que son los encargados de dar la hora a nivel mundial. Ellos vienen registrando que en el último tiempo la Tierra se está acelerando cada vez más.

El récord desde 1960 -la década en que se empezaron a utilizar estos relojes atómicos- se alcanzó el pasado 29 de junio cuando la medianoche llegó 1,59 milisegundos antes de lo habitual.

Así que, ¿la Tierra se está acelerando? En términos generales, no. De hecho, todo lo contrario. Se estima que la Tierra gira cada vez más lento y que por eso, cada año llega una fracción de segundo después que el anterior.

Por eso podemos responsabilizar a la Luna. Nuestro satélite y su fuerza gravitatoria ejercen una fuerte influencia sobre nuestro planeta, más que nada en las mareas. Ese “tirón gravitatorio” distorsiona ligeramente a la Tierra y sus aguas, que con su fuerza frenan constantemente la rotación del planeta.

Es por eso que la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un organismo de las Naciones Unidas, ha tenido que agregar a lo largo del tiempo los llamados segundos intercalares. La última vez que hubo que hacerlo fue en el 2016, cuando el reloj mundial -ese que vemos en la pantalla de la computadora o el celular- se detuvo a propósito por un segundo, esperando a que la Tierra completara su propia rotación. La primera vez que se agregó un segundo intercalar fue en 1972 y el próximo será en diciembre de este año. Aunque, como la Tierra últimamente está girando un poco más rápido, tal vez esto no sea necesario, informó el diario birtánico The Guardian.

Esta inestabilidad en la rotación de la Tierra es un poco misteriosa. Pero existen algunas teorías científicas bastante solventes que aventuran una respuesta.

Factores como los cambios en el núcleo fundido de la Tierra, sumados a la inestabilidad de los océanos, el movimiento de las placas tectónicas y el derretimiento de los polos, influyen en la rotación de la Tierra acelerándola o ralentizándola, aunque los cambios son esencialmente imperceptibles.

A su vez, la Nasa sugiere que los fuertes vientos huracanados pueden colaborar con ralentizar el planeta, mientras que eventos como los terremotos podrían tener el efecto contrario y acelerarla. De hecho, las mediciones apuntan a que un fuerte terremoto en el 2004 que desató un tsunami en el Océano Índico movió suficientes rocas como para acortar la duración del día en casi tres microsegundos.

The Guardian lo resume así: “Cualquier cosa que mueva masa hacia el centro de la Tierra acelerará la rotación del planeta. Mientras que la actividad geológica que empuja la masa hacia afuera desde el centro tendrá el efecto contrario y ralentizará el giro”.

Es que en definitiva la Tierra sigue sus ciclos naturales, que afecte al reloj solo es un invento de los humanos.


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