Lo que los científicos pueden aprender del cuneiforme, la escritura más antigua

Vamos a conocer qué sabe la ciencia sobre el origen de la escritura y cuáles son los últimos avances en estos descubrimientos.

Para eso nos tenemos que trasladar a Sumeria, una región histórica de Oriente Medio, que esla parte sur de lo que sería la antigua Mesopotamia. La civilización sumeria está considerada como la primera civilización del mundo, ellos fueron quienes montaon la primera ciudad. Crearon el arado, las primeras técnicas de riego, los 60 minutos de la hora, los códigos legales, la cerveza y el considerado invento más grande de todos los tiempos: la rueda.

Pero con el avance y el desarrollo de lo que fue la primera civilización, también fue necesario el desarrollo de un sistema de comunicación. Empezaron los intercambios y los trueques formales. Hasta la década de 1930 era un misterio descifrar cómo se comunicaban. Entonces se descubrió una biblioteca con el sistema cuneiforme.  Un sistema de escritura bastante primitivo que resultó durante años inentendible y que incluso hasta el día de hoy sigue siendo investigado.

¿Por qué? Porque la ciencia cree que allí podrían estar escondidas algunas de las claves que impulsaron a la civilización.


En 1929, un arqueólogo nazi desenterró en la Mesopotamia un tesoro que cambiaría para siempre la historia del lenguaje. Su imponente hallazgo fue una biblioteca de tabletas de arcilla inscritas con un tipo de escritura mucho más antigua a la registrada por la ciencia hasta el momento.

El equipo de investigación que lideró la exploración bautizó a aquellas formas abstractas y sin sentido como cuneiforme. Y el veredicto fue unánime: la humanidad había encontrado la primera forma de escritura empleada en los primeros intentos de literatura y cálculo del hombre desarrollado.

El sistema cuneiforme, según detalla una investigación publicada en la BBC, no se compone de letras ni jeroglíficos, más bien son entre 600 y 1000 caracteres que sirvieron a las primeras civilizaciones para expresarse y comunicarse. Se llama de esta manera, porque las personas llevaban los registros sobre arcilla húmeda que marcaban con cañas biseladas en forma de cuña.

Se cree que en el cuneiforme se esconde el origen de una decena de idiomas escritos que se siguen utilizando hasta hoy.

Por ahora, el origen del sistema cuneiforme se mantiene vidrioso. Los científicos creen que pudo haber surgido en el año 3.400 antes de Cristo como un sistema contable para registrar transacciones y que luego evolucionó a otros formatos de comunicación. Lo que sí se sabe es que funcionó como puntapié para el desarrollo de la escritura y que las lenguas tienen mucho que agradecerle a este complejo entramado de símbolos.

Además, las diversas voces que hablan a través de las cartas rescatadas son la evidencia de que las ideas y problemas fundamentales de la Humanidad en el siglo XXI ya fueron pensados y experimentados hace miles de años. Los científicos creen que acercarnos a esa parte de la historia podría ayudarnos a encontrar respuestas sobre cómo estos primeros intentos de lenguaje y escritura moldearon el mundo antiguo e influenciaron el desarrollo de la civilización.


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