Premios a lo más bizarro de la ciencia: desde el potencial médico de los orgasmos hasta la vida de las bacterias en un chicle

Los Ig Nobel son una parodia de los estadounidenses y buscan reconocer investigaciones que primero "hacen reír y después pensar".

La ciencia está en todas partes. O al menos eso es lo que opinan los científicos de la Universidad de Harvard que cada año organizan los Ig Nobel reconociendo los hallazgos más exóticos e hilarantes del mundo, junto con una revista de humor científico. La traducción aproximada del nombre sería “innoble” y son una parodia estadounidense, se entregan cada año a principios de octubre.

Los Ig Nobel reconocen cada año a diez grupos de científicos de todas partes del mundo cuyas investigaciones primero "hacen reír y después hacen pensar". Según la organización "los premios pretenden celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo y estimular el interés de todos por la ciencia, la medicina, y la tecnología".

Esta edición 2021 no fue la excepción. Los ganadores, sumando a la gran parodia que es todo el evento, fueron reconocidos con un diploma en PDF y un billete de 10 trillones de dólares de Zimbabue, una moneda ya obsoleta. Pero más allá del guiño científico, algunas investigaciones son de lo más interesantes. Repasemos los experimentos reconocidos por categorías.

En medicina ganó una investigación alemana, turca y británica que siguió a 18 parejas y encontró que el orgasmo puede ser tan efectivo como los fármacos para tratar la congestión nasal. Según el estudio, la respiración en un paciente puede mejorar hasta una hora después de haber provocado el orgasmo. El artículo se publicó en el Ear, Nose & Throat Journal.

En ecología el premio fue para España. Un investigador de la Universidad de Valencia configuró el bacterioma del chicle descartado. Esto se logró mediante el análisis genético que identificó diferentes bacterias en los chicles pegados en las calles de varias ciudades del mundo. El artículo se publicó en la Scientific Reports, del grupo Nature.

En la categoría biología ganaron los suecos con un análisis acústico comparativo del ronroneo de los gatos. La investigación pudo diferenciar y organizar las variaciones en el ronroneo, jugueteo, maullido y otros gruñidos que estos animales emiten para comunicarse con los humanos.

En química ganó un equipo con científicos de varios países que quiere usar el olor del público en el cine como una herramienta para clasificar películas. El estudio aventura que del análisis del aire en la salas de cine se puede desprender el olor corporal de la audiencia y que esta revela los niveles de violencia, sexo, uso de drogas y lenguaje inapropiado en la película que se proyectó en esa sala.

El premio de la paz se lo llevó un estudio que plantea que las razones evolutivas detrás de la barba en rostros humanos están vinculadas a la supervivencia. Es decir que los pelos faciales sirvieron a nuestros antepasados para minimizar el impacto de ataques en áreas vitales como la garganta y la mandíbula.

En el resto de las categorías se destacan una investigación que apunta que la obesidad de los políticos en un país puede ser un indicador de los niveles de corrupción, un estudio que explica por qué los peatones no chocan unos con otros mientras caminan por calles llenas y un experimento acerca de la mejor forma de transportar por el aire rinocerontes sedados.

 


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