Se trata de una sarcástica tragicomedia que homenajea al cine argentino.
A casi diez años del estreno de El secreto de sus ojos, cinta por la que obtuviera el Oscar como mejor película extranjera: Juan José Campanella, responsable de títulos como El hijo de la novia, Luna de Avellaneda o la producción animada Metegol vuelve a la ficción cinematográfica con actores de carne y hueso con una cínica y sarcástica tragicomedia que homenajea al cine argentino: "El cuento de las comadrejas".
"En trabajo que hice en Argentina para mí es mi trabajo. Es el que más me representa, el que tiene mi voz. El Oscar se festejó como un triunfo nacional porque la gente quería a la película", dijo Campanella a Telemundo.
"Esta es más una película en la que se habla de cómo el mundo debería ser y en las otras se habla más de cómo es. Pero siempre, ya sea algo mucho más dramático como El secreto de sus ojos o una comedia como esta, siempre hay humor", agregó el director argentino.
Esta reciente producción está basada en la ácida comedia negra, Los muchachos de antes no usaban arsénico, que en el 76 dirigiera José Martínez Suárez.
"El primer boceto de guión de esta película, que después fue cambiando, es anterior a El Mismo Amor, la Misma Lluvia", relató Campanella.
La trama narra la historia de una celebridad de la época dorada del cine argentino, un actor en el ocaso, un guionista frustrado y un viejo director que hacen lo imposible por conservar el mundo que han creado en una vieja mansión.
"Es una película como las de antes, cuando uno iba al cine a transportarte a otro lado. Uno sabía por quién hinchar, las cosas estaban clara. De esas que te hacen reir, que te hacen emocionar. Es un homenaje a ese cine", expresó Campanella.
Más que una batalla de los sexos, aquí Campanella plantea una guerra generacional, entre dos jóvenes ambiciosos que quieren vender la propiedad y cuatro veteranos cinéfilos sabelotodo que están dispuestos a morir ahí dentro.
Nicolás Francella compone a Francisco Gaumand un seductor y embustero agente inmobiliario, que no existía en la versión original.
"Son muy perversos ambos, estos dos jóvenes que llegan a visitar a estos cuatro adultos les complica la vida. Cada uno es un villano particular, ella es la villana mala y yo soy más perverso y bueno", contó Nicolás Francella.
Si bien esta es una remake, es también una película diferente, en la que se descarta la misoginia y se reparten las cartas del humor de salón.
Campanella volverá a trabajar junto a Eduardo Sacheri, a quien adaptó en El secretos de sus ojos y con quien coescribió Metegol.
"Empezamos a trabajar con esto antes de El secreto de sus ojos. Es un guión que lo tenemos casi estructurado, pero hay algo que por algún motivo los dos sentimos que algo falta o sobra", contó Campanella.
