Mano a mano con Andrés Calamaro: "Soy abstemio y soy un hombre solo"

A los 57 años editó "Cargar la suerte", un álbum que compuso en sobriedad o como él advierte: "bajo los efectos secundarios de sus medicinas alternativas".

Con 57 años recién cumplidos y un largo prontuario musical, Andrés Calamaro presentó un nuevo disco: "Cargar la suerte". "El disco no resulta indifierente a casi nadie", dijo. Calamaro vuelve a irrumpir con nuevas canciones que recuerdan a aquellas de sus discos reverenciados como Alta Suciedad u Honestidad Brutal. "Fue una grabación rápida, corta pero ancha", dijo a Telemundo. El disco incluye doce canciones, en una alusión directa a los doce pasos que siguen los alcohólicos para dejar el vicio.

"Soy abstemio y soy un hombre solo. Lo primero que hice cuando me quedé solo fue sacar todos los muebles de casa y dejar solo el sofá y un equipo de música, como si fuera el altar de una iglesia. No hay mesa para comer, no hay sofá para que se sienten los invitados. Lo primero que hice fue hacer de mi casa un templo para escuchar música", confesó. Calamaro compuso este álbum en sobriedad, o como él advierte "bajo los efectos secundarios de sus medicinas alternativas".

Calamaro lo tiene muy claro: fue en 1978 cuando grabó su primer disco como tecladista del grupo Raíces, aventura a la que seguirían varias etapas musicales tanto de banda como solista. "Si soy músico es porque hace justo 40 años atrás de grabar este disco tuve la confianza de Beto Satragni para grabar, hace 40 años estos dedos tuvieron que aprender lo que es el swing de la cadencia rioplatense así que me siento en permanente deuda de gratitud con los hermanos de la orilla vecina", dijo.

Las canciones del disco fueron compuestas a puro mate durante el día, momentos que antes Calamaro aprovechaba para recuperarse de la trasnochada. "En un momento de mi vida por circunstancias personales prometí acostarme de noche y dormir de noche, y lo estoy cumpliendo", contó el músico argentino. Calamaro, el filósofo popular, dejó las drogas, el alcohol, la noche y la vida en pareja. "Necesito toda la cama para desplegar mis pantallas,  mi cenicero, mi bandeja de comida y dormirme despatarrado en cualquier posición", confesó.

Según contó a Telemundo, estar en casa lo contiene y lo cuida: "no es agradable ir por el mundo arrastrando un culo que arde", finalizó.


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