Consultado sobre qué le generaba más estrés de su trabajo, contó: "Bancarme a las novias de los jugadores y a los padres que quieren vivir de los hijos".
El representante de futbolistas Edgardo Lasalvia se accidentó el sábado 29 de marzo en la ruta Interbalnearia cuando volvía a Montevideo desde el este del país. En entrevista este miércoles con La mañana del fútbol (radio El Espectador), narró que se desvaneció manejando y embistió varios vehículos.
"Estaba regresando de la chacra en Piriápolis tomando mate y después del peaje de Pando, al pasar el primer semáforo, me desvanecí. Sufro de una apnea de sueño, aparentemente tuve algo neurológico. Solamente mi cabeza se cayó hacia adelante, aceleré y en el siguiente semáforo me llevé todo puesto", explicó.
Lasalvia, que supo representar a figuras uruguayas como Federico Valverde y Darwin Núñez, chocó a un auto "en la trompa" y lo hizo "girar", por lo que los pasajeros sufrieron "lesiones leves y hoy están bien".
Cuando se despertó, comenzó a escuchar sirenas y gritos y no "entendía nada". Incluso pensó que estaba soñando, relató.
Fue internado y operado: "Me quebré la cadera y tengo varios cortes en la cabeza. Me pusieron apenas 28 tornillos en la cadera". Ahora está en internación domiciliaria, con quietud total y muletas para ir al baño.
Lasalvia contó que una vez le había ocurrido algo similar manejando por la Avenida Rivera. En esa ocasión estaba acompañado de su pareja, que alcanzó a poner el freno de mano y evitar un accidente peor. "Me hice un estudio con una clínica que me dijo que era estrés, pero era apnea. Ahora estamos en conflicto", detalló.
El representante, que maneja la empresa TMA con cientos de jugadores, toma el accidente como "una señal para bajar un cambio en lo laboral" para "empezar a disfrutar de cosas más importantes con sus hijos".
"Los jugadores tienen otro empresario (...) Mis hijos no tienen otro padre", ejemplificó, y adelantó que evalúa "bajar la magnitud de la empresa": "No necesito tanto".
Consultado sobre qué le generaba más estrés de su trabajo, contó: "Bancarme a las novias de los jugadores y a los padres que quieren vivir de los hijos. A los dirigentes que dicen querer a los clubes y no los quieren, quieren llevarse un pedacito del pase".