Argentina fue campeón del mundo ese año. Maradona los llevó, y ellos fueron.
México 1986. El mundial de Argentina, pero en especial el mundial de Maradona.
Argentina llegaba con muchas críticas. Y hasta Diego era criticado por la gente y la prensa argentina, pero a partir del 2 de junio todo iba a cambiar.
Estadio Olímpico y empezaba el sueño albiceleste. 3 a 1 a Corea del Sur y el camino hacia la segunda copa del mundo en marcha.
Jorge Valdano, Óscar Ruggeri y nuevamente Jorge Valdano encaminaron el primer triunfo del equipo de Carlos Salvador Bilardo.
Tres días después, llegaba la primera prueba de fuego para Argentina: Italia, campeón del mundo en 1982, en el estadio Cuauhtémoc de Puebla.
Alessandro Altobelli adelantó a los tanos y todo cuesta arriba.
Sacó pecho el 10 y empezó a ponerse a todos en el bolsillo. Aquel recordado zurdazo contra el arquero Galli que se pegó al palo fue el 1 a 1 final.
Argentina cerró la serie con un 2 a 0 ante Bulgaria con goles de Jorge Valdano y Jorge Burruchaga.
Argentina clasificaba primera en su grupo y a octavos ante Uruguay el 16 de junio en Puebla. Partido bravo ante la celeste con un Maradona intratable, pero controlado por los uruguayos.
Aquel gol de Pedro Pablo Pasculli cuando cerraba la primera parte le permitió a Argentina meterse en cuartos.
Inglaterra fue el rival. Y aquel encuentro se convirtió el partido más recordado en la historia de los mundiales.
Segundo tiempo y pared larga de Maradona que fue a buscar una devolución larga y metió todo el potrero sobre el arquero Peter Shilton.
La mano de dios le ganó al salto del arquero. Una mano que recorrió el mundo. Un gol ilícito pero que pasó de largo. Argentina 1 Inglaterra 0.
Tres minutos después de que Maradona le hizo trampa a los ingleses, el 10 hizo el mejor gol de la historia del fútbol mundial.
La agarró en la mitad de la cancha y no lo paró nadie. Encaró al arco, ayudó con amagues, el objetivo en su cabeza, los ingleses se abrieron, le pegaron, nada lo detenía.
Gol. Golazo. Barrilete cósmico. Genio. Genio. Genio. Argentina a semis gracias al dios del fútbol. Diego Armando Maradona. Nadie igual. Nadie parecido.
Turno de Bélgica en semis. Aquella cachetada de Burruchaga para Maradona y la definición rápida del 10 ponían en ventaja a la albiceleste que ya era amada por el mundo entero.
Y un ratito después en ese mismo arco, Maradona hizo otro gol muy recordado. Uno, dos, tres por el camino y zurdazo a la final. Argentina rompía a los belgas y se metía en donde quería estar. Final del mundo y ante la poderosa Alemania.
Festejos en el vestuario y siempre diego siendo el alma de la fiesta. Fue el que nos enseñó qué hacer adentro de la cancha y qué no hacer afuera de ella.
29 de junio en el Estadio Azteca, fue un partidazo. 3 a 2 para la Argentina de Diego gracias a los goles del Tata Brown, Jorge Valdano y aquella eterna corrida de Burruchaga.
Argentina llegaba a su punto máximo de alegría desde el punto de vista futbolístico. Argentina campeón del mundo en México 86.
Maradona los llevó y ellos fueron. Era el corazón del equipo, era el corazón de Argentina. Jugó infiltrado, jugó con dolor. Ganó de todas las formas posibles.
- Diego Armando Maradona le mostró al mundo, todo. Demostró. Aquel mundial fue el mundial de Maradona. Diego armando nunca te vamos a olvidar.
