El nuevo uruguayo y los pagos electrónicos

Laura Raffo analiza los efectos de la Ley de Inclusión Financiera en las compras de los uruguayos.

Siguen avanzando en Uruguay los pagos electrónicos y el dinero en efectivo se usa cada vez menos. Hace unos días se suscribió un nuevo acuerdo para que los comerciantes tengan menos costos por aceptar pagos con tarjeta. ¿Cómo viene creciendo el uso de estos instrumentos por parte de la población?

En los últimos cuatro años el uruguayo ha cambiado radicalmente sus hábitos de pago. Antes cobraba el sueldo ya sea en un cajero automático, cheque o efectivo y andaba con dinero en la mano para realizar sus pagos.

Sin embargo, hoy es común ver a los trabajadores pagar de manera directa con su tarjeta de débito.

2,8 millones de tarjetas, es decir una tarjeta por habitante mayor a 18 años en el semestre. La cantidad de operaciones se multiplicó por 21 y lo que más impacta en la evolución es cómo la tarjeta de débito ganó terreno frente a la de crédito.

Antes de la Ley de Inclusión Financiera, el 91 % de las operaciones se hacían con tarjeta de crédito y solo el 9 % con débito. Hoy se reparten 45 % y 45 % y el 10 % restante se hace con otro tipo de dinero electrónico.

Queda claro que el uruguayo se ha volcado a este uso de la tarjeta de débito pero, ¿qué pasa con los comercios? ¿Todos aceptan estos medios de pago? ¿Cuáles son los costos?

Ese fue el gran tema al comienzo de la ley. Para que la gente pueda utilizar la tarjeta es imprescindible que el comercio la acepte y aquí tallan dos factores.

Por un lado la formalidad del comercio porque cualquier transacción electrónica tiene que tener una factura detrás y tiene que estar en blanco. No se pueden evadir impuestos.

Además de eso, recibir pagos con tarjeta tiene costos para el comercio. Precisamente estos costos son los que han venido bajando. Hoy un pequeño comercio al que le paguen con tarjeta de débito debe pagar un arancel o comisión de 1,3 % y recibe el dinero 24 horas después.

Con la tarjeta de crédito es diferente. El arancel es de 4 % y el dinero se recibe en promedio a los 21 días. En caso que se pague en cuotas se recibe a la mitad del periodo de las cuotas.

¿Y cómo estamos de infraestructura para pagar en tarjeta entonces? En Montevideo se acepta mucho pero en varios puntos de interior los negocios aún no se suben a esta nueva ola.

Esto puede medirse a través de la cantidad de POS, puntos de venta, que son el dispositivo por el que deslizamos la tarjeta para pagar. La cantidad de POS ha ido subiendo en estos cuatro años pero no tan rápido como ha sido el uso de la tarjeta por parte del consumidor.

La mitad de los POS está en Montevideo, mientras que en el norte, el centro-sur y el litoral son los que menos POS tiene respecto a la cantidad de habitantes.

En el interior de todos modos la penetración de los POS viene creciendo, y este año más del 55 % de las activaciones ha sido fuera de Montevideo.


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