A cuatro años de la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman: la investigación sigue estancada

La investigación sigue estancada en la Justicia pese a que el asesinato ya es la hipótesis oficial.

La muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, que investigaba el atentado de 1994 contra la sede de la AMIA y apareció en el baño de su casa con un disparo en la cabeza, cumple cuatro años, con la investigación estancada en la Justicia pese a que el asesinato ya es la hipótesis oficial.

Pocos días antes de su muerte, Nisman había acusado públicamente a la entonces presidenta Cristina Fernández de encubrir a los sospechosos iraníes del atentado por intereses geopolíticos y comerciales, pero en la víspera de sostener en el Congreso su polémica denuncia, el fiscal fue encontrado muerto.

Las primeras pericias aseguraron que no habían actuado terceras personas, una conclusión que apuntaba hacia el suicidio, pero tras el cambio de juez -y de Gobierno- el caso dio un giro de 180 grados.

A finales de 2017, un nuevo análisis encabezado por la Gendarmería, una fuerza que no había participado en las primeras investigaciones, desmintió el primero y estableció su versión: dos personas drogaron con ketamina, golpearon y asesinaron al fiscal, al tiempo que manipularon la escena para simular un suicidio.

El juez adoptó esa posición poco después, y afirmó en un fallo que Nisman había sido asesinado como consecuencia de su denuncia contra Cristina Fernández, una tesis que recibió el visto bueno de la Cámara Federal el pasado junio, pero tras ello apenas ha habido avances en la causa.

Mientras Argentina sigue enredada en esta discusión, la madre de Nisman, Sara Garfunkel, participó en un homenaje al fiscal y la inauguración de un monumento en su honor en Israel, país que sostiene con fuerza la autoría iraní del atentado a la AMIA, cuyas repercusiones llegan más allá de Argentina y se mezclan con asuntos internacionales.


Las Más Vistas