Fue protagonista de un acercamiento entre la Iglesia y el gobierno castrista.
El cardenal Jaime Ortega, figura clave de la reconciliación diplomática entre Cuba y Estados Unidos ofició el sábado su última misa como arzobispo de La Habana. Allí agradeció al presidente Raúl Castro el acercamiento "sin retrocesos" que propició entre su gobierno y la Iglesia Católica.
Así habló:
Agradezco a las autoridades de mi país todas las posibilidades de superar períodos críticos y momentos difíciles, y haber sido capaces de avanzar sin retrocesos por un camino de diálogo no comprendido por muchos dentro y fuera del país. Dentro y fuera de la Iglesia. Dentro y fuera de las estructuras gubernamentales.
Agradezco especialmente al presidente Raúl Castro por el impulso decisivo dado a este diálogo. Él aceptó la participación activa y mediadora de la Iglesia Católica en la excarcelación de casi 150 prisoneros
Este último punto se dio en 2010. A sus 79 años, Ortega fue relevado en abril por el Papa Francisco tras haber superado el límite de edad para ser arzobispo y luego de 35 años de gestión.