El uruguayo Sebastián Marset ordenó el crimen del fiscal paraguayo asesinado en Colombia, según declaró uno de los detenidos

Una línea de investigación tiene la hipótesis de que el asesinato fue ordenado por el clan Insfrán, liderado por Miguel Ángel Insfrán, y también por el uruguayo Sebastián Marset.

El asesinato del fiscal paraguayo contra el crimen organizado Marcelo Pecci en una isla próxima a la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, a principios de mayo, tuvo amplia repercusión en Latinoamérica. 

A principios de junio, el entonces presidente colombiano, Iván Duque, anunció la captura de "todos los presuntos involucrados" en la muerte del fiscal paraguayo. Sin embargo, ahora el caso tiene una nueva derivación tras la declaración de uno de esos detenidos.

Francisco Correa Galeano, quien se presume fue el líder de la operación que concluyó con el crimen del fiscal Pecci, habría aportado información a las autoridades que llevaría a identificar a los autores intelectuales del crimen, según publica el medio colombiano El Tiempo este martes.

En su testimonio, citado por el diario colombiano, Correa Galeano dice que, a pedido de “una de las redes más grandes dedicadas al tráfico de cocaína en Paraguay”, mantuvo contactos con dos hermanos colombianos integrantes de un grupo narco llamado “Los Paisas”. Esa información llevó a los investigadores a elaborar la hipótesis de que el asesinato fue ordenado por el clan Insfrán, liderado por Miguel Ángel Insfrán, y también por el uruguayo Sebastián Marset.

El vínculo de Marset con Uruguay

El uruguayo Sebastián Marset Cabrera, de 30 años, se convirtió en marzo de este año en uno de los delincuentes más sonados de la región. En setiembre de 2021 fue detenido en Dubái (Emiratos Árabes) por portar un documento paraguayo falsificado y ahora es buscado por Interpol.

Marset es acusado de integrar el denominado Primer Cartel Uruguayo y de ser el jefe de una organización criminal en Paraguay dedicada al narcotráfico.

El delincuente uruguayo se radicó en Paraguay luego de que en 2013 lo procesaran en Uruguay por varios delitos de tráfico ilícito de estupefacientes. Vivió en varias ciudades, como Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Asunción, donde sentó las bases para convertirse en una de las piezas clave del despacho de cargamentos de cocaína hacia Europa y África desde distintos puntos de la región.

Con la colaboración de la DEA de Estados Unidos, la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas de Uruguay y el Ministerio Público, la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay realizó la mayor operación contra el crimen organizado y el lavado de dinero, denominada "A Ultranza", para desbaratar esta banda delictiva. Según dio cuenta Última Hora se logró la imputación de 24 personas y ocho están detenidas. En los allanamientos incautaron unos US$ 100 millones en bienes.

Cabrera Marset, sin embargo, está prófugo y es requerido por Interpol.

En su pasaje por Paraguay, el delincuente desarrolló un perfil polifacético. Se desempeñó como productor musical y en 2019 produjo y coordinó más de 400 conciertos y eventos.

También fue autor de varios arreglos musicales para terceros y se dedicó a cantar, componer y producir sus propios temas. Última Hora consigna que "se convirtió en uno de los nombres más respetados dentro del circuito musical y en las producciones de muchos artistas y en la realización de grandes conciertos".

Por otra parte, Marset tuvo una breve carrera dentro del fútbol paraguayo. El 16 de abril de 2021 se fichó en el Club Deportivo Capiatá de ese país. Jugó algunos partidos y se desvinculó el 29 de mayo del mismo año.


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