La semana pasado fue detenido un presunto yihadista que preparaba una acción de "extrema violencia" con un arsenal "inédito".
En París, Lyon y otras grandes ciudades de Francia se debieron tomar este miércoles medidas de seguridad provisionales debido a la detención de una persona que tenía planeado un atentado terrorista inminente, a pocos días de los ataques suicidas de Bruselas y a cinco meses de los que tuvieron lugar en la capital gala, en noviembre pasado.
Se reforzó la seguridad en aeropuertos, estaciones de metro, de trenes y otras vías de circulación además de en los principales puntos turísticos del país, uno de los más visitados del mundo.
Según el fiscal François Molins, el yihadista detenido -Rada Kriket, de 32 años- preparaba una acción de "extrema violencia" y tenía en su poder un arsenal que Molins consideró "inédito". Tenía cinco fusiles de asalto, siete pistolas, sustancias para fabricar explosivos, pasaportes falsos y más material. De acuerdo con El País de Madrid, Kriket viajó a Siria en 2014 y estaba condenado en Bélgica en rebeldía por reclutar yihadistas. A través del chip de su celular se pudo saber que había estado en comunicación con Anis Barhi, otro presunto yihadista radicado en Holanda.
Por otro lado, el presidente francés François Hollande debió abandonar por falta de apoyo su principal medida antiterrorista, que implicaba retirarle la ciudadanía a los procesados por actos terroristas e incluir en la constitución la regulación del estado de emergencia. Cuando había presentado su plan ante el Parlamento, los legisladores lo aplaudieron; sin embargo, meses después estos no pudieron ponerse de acuerdo y la ministra de Justicia terminó renunciando.
"He decidido cerrar el debate constitucional", declaró Hollande en conferencia de prensa.
