Fieles de todo el mundo lo conmemoran con diferentes ritos.
Una de las tradiciones más arraigadas y populares de Sevilla, en España, es la llamada Madrugá, la noche del jueves al Viernes Santo, en la que seis hermandades salen en procesión a las calles.
Cada hermandad tiene una característica particular, algunas caminan con música, otras en silencio, y se visten de forma específica según la cofradía que integran. Miles de personas conforman la procesión y cerca de medio millón presencian cada año este recorrido.
En la ciudad de Bhopal, en el centro de la India, los devotos celebraron una procesión callejera, al igual que en Calcuta, donde se reunieron en una calle cercana a la casa de la Madre Teresa.
También en Indonesia, que cuenta con la población musulmana más grande del mundo, las Iglesias Católicas de la región de Aceh celebraron el Viernes Santo representando la crucifixión de Jesús.
En Cisjordania, los samaritanos celebran la tradicional ceremonia de sacrificio de la Pascua, sacrificando ovejas y cabras en el monte Gerzim.
El país más católico de Asia, Filipinas, conmemora la pasión de Cristo con una sangrienta ceremonia en la que los fieles se autoflagelan y llegan a clavarse a las cruces en una celebración que acompañan miles de devotos pero que la Iglesia Católica desaprueba.
Así fue en París
