Joana Ribeiro le dijo a la madre de la menor que su "tristeza" es "la felicidad de un matrimonio" que quiere adoptar a un bebé.
La Justicia de Brasil está investigando a la jueza Joana Ribeiro por no autorizar que una niña de 11 años pueda abortar, luego de quedar embarazada tras ser víctima de violación. Los padres de la menor se dieron cuenta de la situación cuando notaron que la panza de la pequeña crecía de forma desmedida, acompañado de las constantes náuseas que padecía.
Así fue que decidieron ir a un hospital universitario, Polydoro Ernani de Sao Thiago (en el estado de Santa Catarina) para interrumpir el embarazado. En Brasil solo se permite abortar en casos de riesgo para la madre, violación o fetos con anencefalia.
Sin embargo, la niña tenía 22 semanas de embarazo y la institución médica permite realizar el proceso con un máximo de 20 semanas de gestación. Por eso, los padres decidieron ir por el camino legal para lograr la autorización, según The Intercept Brasil.
Así fue que el caso terminó a cargo de Ribeiro, quien ordenó el ingreso de la niña a una casa de acogida púbica, con la intención de protegerla de de su agresor. Además, también buscó evitar que la madre "efectúe algún procedimiento para operar la muerte del bebé".
En una audiencia posterior, la magistrada calificó de "homicidio" autorizar la interrupción del embarazo a esa altura de la gestación. De esta manera, la jueza con el apoyo de la fiscal regional, determinó que lo mejor sería continuar con el desarrollo del feto "una o dos semanas más", para aumentar las probabilidades de que sobreviva.
"¿Soportarías un poquito más"?, le preguntó Ribeiro a la niña, según recoge The Intercept. Además, también cuestionó cuál era "la intención" que tenía la víctima de violación con respecto al bebé. Si quería "verlo nacer", qué nombre le pondría y si "el padre" -presunto violador- "estaría de acuerdo con entregarlo en adopción".
"Hay tecnología para salvar al bebé y tenemos 30.000 parejas que quieren el bebé, que lo aceptan. Esa tristeza de hoy de usted (refiriéndose a la madre) y de su hija es la felicidad de un matrimonio", dijo la magistrada.
Según el portal brasileño, la niña tiene 27 semanas de gestión y un embarazo promedio culmina entre las 37 y 42.
