En la última semana grupos criminales asesinaron a dos taxistas, un chofer de ómnibus y un pistero.
Rosario, la ciudad con el índice de homicidios más alto de Argentina, vive en los últimos días un recrudecimiento de la violencia a partir de medidas del nuevo gobierno provincial y nacional que son respondidas con sicariato de parte de los grupos criminales.
El 10 de diciembre de 2023, día en que asumió Javier Milei como presidente, en Santa Fe tomó el cargo de gobernador Maximiliano Pullaro. El dirigente del partido radical endureció las condiciones de reclusión de los presos de alto perfil, señalados por liderar bandas de narcotraficantes, y aceleró la construcción de una prisión de máxima seguridad que es señalada por políticos y académicos como similar al régimen de Nayib Bukele en El Salvador. El mismo Pullaro ha recibido unas 25 amenazas de muerte por su política de mano dura.
Los grupos criminales respondieron con violencia. Dejaron sus diferencias y peleas por territorio de lado y se unieron contra el gobierno bajo un régimen que medios locales definen como "asesinatos digitados". Contratan sicarios y mandan a asesinar civiles durante su jornada laboral.
El primer caso que las autoridades atribuyen a este sistema de sembrar terror ocurrió el pasado martes. Un delincuente que se hizo pasar por pasajero mató de dos tiros a un taxista de 43 años. "Esto no fue un intento de robo, porque al compañero le dispararon a quemarropa y no le llevaron la plata, ni el auto, ni el celular. Esto es un mensaje mafioso para alguien", dijo el titular del gremio de taxis. Al lado del auto dejaron un zapato. Horas después mataron a otro taxista, de 32 años. El crimen fue idéntico: dos delincuentes lo ultimaron de un tiro en la cabeza y dejaron otro zapato al lado del auto.
El pasado jueves delincuentes atacaron a un chofer de ómnibus. Tenía 39 años y fue baleado en la cabeza por un sicario. Falleció este domingo luego de tres días internado.
El último ataque ocurrió el sábado por la noche en una estación de servicio. Un playero de 25 años fue ejecutado de un tiro en la cabeza y dos en el pecho. En el lugar del crimen los sicarios dejaron una carta: "Esta guerra no es por territorio. Es contra Pullaro y Cococcioni (ministro de Seguridad de la provincia). Así como nosotros llegamos a 300 muertos, estando unidos vamos a matar más inocentes por año. Nosotros no queremos celulares, queremos nuestros derechos. Esto es para todos los presos pabellones y cárcel. Pullaro y Cococcioni carguen con muertes inocentes", dice la nota firmada por "Zona Norte, Zona Sur y Zona Oeste. Unidos".
"Terminar con el hormiguero"
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se trasladó a la ciudad y brindó una conferencia de prensa este lunes junto al ministro de Defensa, Luis Petri, a Pullaro y al intendente de Rosario, Pablo Javkin.
Este domingo el gobierno nacional anunció el envío de fuerzas federales para enfrentar al "narcoterrorismo". La Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Servicio Penitenciario asisten desde este lunes a la policía de Santa Fe.
"Vamos a pedirle a la Justicia la utilización de la ley antiterrorista", comenzó Bullrich, y explicó que el Código Penal establece que "toda acción que tenga por objeto amedrentar a la población y sembrar el terror tiene doble pena".
"Estamos enviando al Congreso de la Nación la ley antimafia o antibanda, que tipifica una nueva modalidad de persecución penal sobre el crimen organizado, tomando los crímenes de estas bandas y adjudicándoselos a todos sus integrantes como hizo el Código Penal de Italia que terminó con las mafias italianas", sumó.
Bullrich anunció que se incrementarán los "operativos de saturación". "No podemos ir hormiga por hormiga: tenemos que terminar con el hormiguero. El presidente Javier Milei nos pidió 'una lucha sin cuartel' para que Rosario quede liberada de narcocriminales", cerró.
