Anahí es una uruguaya que quedó varada en Perú y que desespera por regresar a Uruguay: "La situación es horrible, tus hijos te llaman llorando"

Fue a participar de una convención antes que hubiera casos confirmados de coronavirus en Perú y en Uruguay, decidió paseare por Machu Pichu y en 24 horas se decretó la emergencia en el país.

Son más de 100 los uruguayos que están en Perú sin poder salir, una de ellas es Anahí que viajó el 9 de marzo a una convención en Lima cuando aún no había casos de coronavirus en Perú ni en Uruguay. Al terminar la convención decidieron aprovechar dos días de paseo.

Anahí: El gran pecado que cometimos, que ahora se nos señala por eso, es una vez finalizada la Convención es decidir ir a conocer Machu Pichu ya que estábamos acá. Nunca nos imaginamos que en un país de 30 millones de habitantes se iba a decretar la emergencia por 70 casos, que era lo que mostraban en la tele. Y que se iba a decretar en 24 horas, que fue el tiempo que nos dieron para salir de Perú y era imposible para los que no estábamos en Lima.

Es la primera vez que Anahí viaja sin su hijo de diez años.

Anahí: Tenemos un niño de diez años con una enfermedad genética complicada, con cuatro angioplastias pulmonares entonces es un niño muy vulnerable a este maldito virus que nos invade. La desesperación del papá y la mía es llegar a Salto, hacernos el test, pagar lo que tengamos que pagar, porque yo no puedo volver a mi casa sin hacerme el test para saber si nos infectamos o no.

Ellos están en un hotel, otros uruguayos en hostales y otros tantos quedaron sin dinero en refugios gratuitos.

Anahí: Está todo muy movilizado porque viene la Policía a buscar turistas que se van yendo y eso genera una esperanza en que nosotros nos podamos ir. Hemos tenido comunicación, nos han tratado muy bien y sabemos que se está trabajando el tema.

El gobierno de Peru los habilita a salir, si bien tienen el boleto de avión pago no encuentran la forma de regresar a Uruguay.

Anahí: La situación es horrible, tus hijos te llaman llorando, te preguntan cuándo vas a volver. Uno se siente preso en un país que no es el tuyo. No es nada agradable porque además no podemos salir a la calle, no es que estamos paseando, estamos encerrados en un hotel.

 

 

 


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