Alfonso Lessa realiza un balance del año en materia política y señala que si 2012 ha sido complejo, 2013 será aún más.
Se termina el 2012, un año sumamente complejo políticamente que será recordado, entre otros puntos, por el cierre de Pluna, la discusión en torno al consumo de marihuana, la despenalización del aborto bajo ciertas circunstancias, la iniciativa, aún pendiente de aprobación, del matrimonio igualitario, la convocatoria a una consulta popular para bajar la edad de imputabilidad y el retiro de parte de la oposición de los cargos públicos.
Este año también será recordado como el año de los problemas sin fin, como el de Argentina o de la suspensión de Paraguay del Mercosur y el discutido ingreso de Venezuela al bloque económico.
2012 fue, sobre todas las cosas, un año políticamente complejo que se caracterizó porque la oposición logró tener un espacio notoriamente mayor a años anteriores. Esto sucedió en parte por méritos propios y por errores del oficialismo. De algún modo durante todo el año ambos estuvieron disputándose la iniciativa en la agenda política, llegando los choques a niveles muy fuertes.
Algunas de las promesas del gobierno quedaron en el debe: la educación, la reforma del Estado y el desarrollo de la infraestructura son algunos casos. También quedaron en evidencia problemas de gestión y de relacionamiento, en algunos temas, con la oposición, provocando estas situaciones a que Mujica debiera exponerse en exceso, teniendo que cruzar líneas desgastantes para su propia figura.
De todas formas, el mandatario logró instalar temas muy importantes e impulsó dos iniciativas que pueden transformarse en el futuro en las más relevantes de su gobierno. Una es la Universidad Tecnológica en el interior del país y la segunda es la creación del puerto de aguas profundas.
A su vez, el año terminó con advertencias, una de ellas la inflación, aunque en grandes rasgos el país se mantuvo estable y atractivo para los inversores, superando los temblores existentes a nivel internacional.
2013 promete ser un año más complejo aún y será decisivo para el gobierno. Las relaciones con la oposición están complicadas y habrá definiciones políticas dentro de los partidos que se verán reflejadas en todo el escenario.
Uno de los mayores desafíos del gobierno, será seguramente consolidar esa mejora que se insinúa en seguridad pública y que está muy vinculada a la lucha contra el narcotráfico. En esta línea hay que destacar el descenso del número de fugas de menores, que representaba uno de los elementos más complicados en seguridad pública.
Ante todo este panorama, es conveniente señalar que en el país rige la libertad de expresión, ya que ha dominado el sentido común, pero no puede dejarse de mencionar que existen presiones de algunos sectores para controlar los contenidos de los medios y utilizar el horario de protección al menor con un sentido restrictivo de la libertad de información.
Por último, en los partidos políticos no hubo mayores novedades. En el Frente Amplio prima la figura de Tabaré Vázquez, en el Partido Colorado sobresale Pedro Bordaberry y en el Partido Nacional Jorge Larrañaga.
