El fondo otorga becas de 7.200 pesos mensuales a casi ocho mil estudiantes, principalmente del interior del país.
Las becas se pagan con aportes de los egresados de la universidad pública, la UTU o la universidad tecnológica, a partir del quinto año de egreso de la carrera.
Varias asociaciones, entre ellas las de escribanos, abogados, médicos e ingenieros, afirman que eso le provoca serios problemas a los profesionales y presentaron un documento al Parlamento.
En el documento plantean varios cambios. El primero es duplicar el mínimo no imponible, es decir, hoy no aportan al Fondo de Solidaridad los profesionales que ganan menos de 28.888 pesos y quieren llevarlo a 57.776.
Reclaman también que bajen los costos administrativos del Fondo de Solidaridad, y que no vayan al clearing ni se retenga el aporte del sueldo a los morosos.
Otro cambio que plantean es que hoy es obligatorio aportar durante 35 años o hasta que se jubile. Los egresados quieren bajarlo a 20 años de aporte. Además, quieren que solo estén obligados a aportar quienes trabajan de lo que estudiaron, y no todos los egresados como ocurre actualmente.
También plantean que se elimine un pago adicionales de 6.000 pesos anuales que realizan los egresados de la Udelar y que fue fijado en el año 2002.
Y que el aporte sea proporcional a los ingresos. Actualmente quien hizo una carrera de menos de cuatro años aporta 1.806 pesos por año al Fondo de Solidaridad a partir del quinto año de egreso, y 3.611 a partir del décimo año.
Egresados de carreras de 4 años o más aportan 3.611 pesos por año a partir del quinto año de egresado y 7.222 desde el décimo año.
