El asesinato de Lucas Langhain fue consecuencia de una orden enviada desde la cárcel para que dispararan contra la multitud

Telemundo repasa cómo sucedieron los hechos. Los pasos que dieron los autores salieron a la luz tras la investigación de Fiscalía.

El ex barra brava de Peñarol, Erwin Parentini alias “El Coco”, ordenó desde el Penal de Libertad que asesinaran a algún hincha de Nacional.

A través de un intermediario contrató para eso a Esteban Costa Díaz, de 27 años, un hombre con antecedentes por tráfico de drogas y hurto.

Se acordó el pago de una suma de dinero y tres tizas de pasta base, que son unos treinta gramos.

Tanto Costa como su compañera, María Soledad Alvez, de 21 años, son adictos a esa droga. Ella había salido de la cárcel hace un mes.

El intermediario entregó el arma que el asesino tenía que utilizar el domingo del clásico.

Cuando terminó el partido, la pareja se tomó un taxi en el Cerro hacia 8 de Octubre, y se bajaron cerca de la sede de Nacional.

A esa altura ya se comunicaban directamente con Parentini por videollamada.

Según Costa, el recluso quería que disparara a la multitud y lo amenazaba con matarlo si no lo hacía.

La pareja acompañó a la gente que festejaba por 8 de Octubre unas cuadras, caminando al costado.

Al llegar a Presidente Berro doblaron y se alejaron unos metros.

Ocurrió entonces lo que quedó filmado: Costa disparó seis veces la pistola Taurus. Mató a Lucas e hirió a otro hincha.

El hombre y la mujer huyeron hacia Avenita Italia. En el camino tiraron algunas prendas en un contendor.

Llegaron a una parada de ómnibus y se tomaron el 370 para volver al Cerro.

Declaran que al otro día se enteraron de que habían matado a Lucas.

Fueron detenidos el viernes e imputados el domingo, con prisión preventiva por 180 días a la espera del juicio.


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