El déficit fiscal llegó a 4,9 % en setiembre: ¿qué esperan las calificadoras de riesgo del futuro Gobierno?

Coincidieron en que el déficit fiscal es el principal desafío macroeconómico y la principal amenaza para el grado inversor. Dijeron que van a seguir de cerca los pasos que se den para corregir las cuentas públicas.

El déficit fiscal fue un tema recurrente en la campaña. Quienes siempre están atentas a este dato, como a otros indicadores macroeconómicos, son las calificadoras de riesgo, que le otorgan a los países el grado de inversión.

Ese grado inversor, que Uruguay perdió con la crisis de 2002 y recuperó una década después, le dice a los inversores que pueden confiar en que el país tiene capacidad para devolver el dinero que tomó prestado.

Y además, hace que el interés que se paga por esa plata prestada sea más bajo. En pocas palabras, el grado inversor facilita la llegada de dinero y vuelve más barato el financiamiento de ese préstamo.

El lunes las calificadoras Moodys y DBRS publicaron informes sobre el resultado de las elecciones en primera vuelta y determinaron cuál será el principal desafío del próximo Gobierno.

Coincidieron en que el déficit fiscal es el principal desafío macroeconómico y la principal amenaza para el grado inversor. Dijeron que van a seguir de cerca los pasos que se den para corregir las cuentas públicas.

Dos cosas a las que van a prestar atención: la reforma de la seguridad social y la evolución de la deuda.

Las calificadoras reconocen que tanto el Frente Amplio como el Partido Nacional dijeron que el déficit es un asunto prioritario, aunque cada uno lo corregiría de forma distinta: Martínez con pasos graduales y esperando que la economía esté más fuerte, y Lacalle Pou reduciendo de forma inmediata gastos estructurales y no prioritarios.

Además, analizaron lo que puede pasar en el Parlamento con esos cambios. En este sentido, destacaron que la oposición tendrá la mayoría de las bancas y que todos en sus programas manifestaron la necesidad de corregir las cuentas fiscales, por lo que no ven mayores problemas en que se aprueben los cambios.

Sea como sea, explicitaron en sus informes que en agosto le mantuvieron la nota a Uruguay mientras esperan que la nueva administración aplique medidas para corregir la trayectoria fiscal y los desafíos de crecimiento.

Mientras tanto, este jueves, el Ministerio de Economía publicó su reporte trimestral de deuda. Para 2019 el financiamiento necesario aumentó a 4.400 millones de dólares desde los 3.500 millones del último reporte en julio. Para el año que viene las necesidades de financiamiento serían menores, del orden de los 3.300 millones de dólares.


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