El Poder Ejecutivo incrementó la base de prestaciones y contribuciones a partir del índice medio de salarios y no en referencia a la inflación

Esto generó consecuencias en el cálculo de impuestos como el IRPF, aumentando la franja mínima pero generando más ingresos al Estado que si se hubiese mantenido el formato anterior.

Por una resolución de los últimos días la BPC se ajustó 7,76 %, en línea con el Índice Medio de Salarios, y no en función del Índice de Precios al Consumo como se hizo en los últimos dos gobiernos. Al ser la Base de Prestaciones y Contribuciones el parámetro de cálculo del IRPF y el IASS, la decisión tuvo consecuencias en esos tributos.

Por ejemplo, se incrementó la franja mínima de aportes del Impuesto a la Renta de Personas Físicas, de 31.633 pesos a 34.090. Expertos indicaron al diario El Observador que “el peso del IRPF en los salarios, en 2021, va a ser similar a 2020 en promedio, ya que las franjas se ajustan en la misma proporción que los salarios, por lo que no habría variación en la recaudación del Estado.

Si el ajuste hubiese sido por inflación los salarios hubiesen pagado menos IRPF, porque el mínimo no imponible y demás franjas hubiera subido más que los ingresos. Esto generaría una recaudación menor para las arcas públicas.

En cuanto al IASS, Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social, su mínimo no imponible pasa de 36.152 pesos a 38.960, ocho BPC mensuales. A su vez la jubilación mínima pasa de 13.783 pesos a 14.853, en todos los casos retroactivo al primero de enero de 2021.


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