En el caso de los abusos sexuales, casi 8 de cada 10 personas abusadores correspondieron a familiares directos o integrantes del núcleo, según los datos presentados por el Sipiav.
Durante el 2023 se detectaron, registraron e intervinieron un total de 8.157 situaciones de violencia hacia niños, niñas y adolescentes, según el informe de gestión presentado este miércoles por el Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (Sipiav).
"Se mantiene la tendencia de una mayor detección e intervención en situaciones de violencia. Particularmente en 2023 se registró un aumento del 9%, respecto al año anterior, retomando la tendencia previa a la pandemia", indica el texto.
El informe señala que “el tramo de 13 a 17 años es por primera vez la franja etaria con mayor cantidad de registros, con el 38%”: casi tres de cada cuatro registros están comprendidos entre los seis y 17 años. Además, solo el 38% de niños, niñas y adolescentes logra visualizar las situaciones de violencia vividas.
En cuanto a los tipos de violencia registrados, la mayor cantidad correspondió a maltrato emocional con 39%, seguido de abuso sexual (22%), negligencia (21%), maltrato físico (16%) y explotación sexual (2%).
En el caso de los abusos sexuales, casi ocho de cada 10 abusadores fueron familiares directos o integrantes del núcleo.
Respecto a los agresores, “en su mayoría fueron padres (38%) y madres (24%) de niños, niñas y adolescentes”: “El 90% de personas agresoras pertenecían a familiares directos o a integrantes del núcleo de convivencia, concentrándose más de la mitad entre los 30 y 44 años”.
“En los albergues de InMujeres y de INAU para mujeres con hijos, hijas, víctimas de violencia, se atendieron un total de 571 niños, niñas y adolescentes en situación de alto riesgo por la gravedad de la exposición a violencia basada en género”, agrega el informe.
