En el noveno aniversario del Instituto Nacional de Rehabilitación, las autoridades penitenciarias presentaron una evaluación

En todo el sistema penitenciario del país hay actualmente 11.643 reclusos. De ese total, el 95 % son hombres y el 5 % mujeres.

Las autoridades afirman que el hacinamiento estructural se terminó, y que actualmente hay un superávit de 220 plazas. Sin embargo advierten que el flujo de ingreso es sistemático y constante, y que se debe monitorear permanentemente.

Otros datos del balance de los últimos cinco años: ingresaron 600 operadores penitenciaros (casi la mitad de ellos en el 2019). En el quinquenio ingresaron también 500 policías y 100 técnicos. La tasa de reincidencia de la población carcelaria se mantiene estable en el 65 %.

El Instituto Nacional de Rehabilitación se creó en el 2010, y tiene a su cargo todas las cárceles del país. Está previsto que en el 2021 pase a funcionar fuera de la órbita del Ministerio del Interior. Las autoridades destacaron que se logró descentralizar el sistema penitenciario, y expandir el sistema de ejecución penal para penas alternativa.

También la división del Comcar en cinco unidades independientes: una de máxima seguridad, una de mínima, dos de media y una para reclusos con prisión preventiva. El Comisionado Parlamentario coincidió con las autoridades en que muchas cosas han mejorado en las cárceles.

Puso como ejemplos los programas técnicos, la capacitación y los criterios de manejo de los internos. Apuntó a las áreas donde quedan cosas problemas pendientes y donde hay que trabajar.

El comisionado parlamentario para las cárceles, Juan Miguel Petit, explicó: Yo creo que hay que seguir avanzando en la parte técnica, con las políticas sociales, tienen que ingresar fuertemente los organismos sociales. Por ejemplo el Mides, ASSE tiene que completar su tarea, se necesita más acumulación científica, la Universidad tiene que aumentar su presencia y desarrollo. Uruguay tuvo una explosión demográfica penitenciaria entre 1995 y 2005, se triplicó, y bueno, hay que invertir. Se necesitan recursos y articulación de organismos, que compartan recursos y acciones. Y abrir las puertas a la sociedad civil. 


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