Durante su interpelación, la ministra de Educación propuso avanzar sobre la base de los acuerdos hechos en el Gobierno de Mujica.
En esta línea, la diputada interpelante, la nacionalista Graciela Bianchi, apuntó:
“Reconozco que a usted le tocó una etapa difícil, porque no hay más plata. Y eso exige un mejor manejo de la cosa pública, que usted evidentemente no tiene. Diría que carece por momentos de principios básicos de urbanidad, cosa que un ministro jamás puede padecer, pero menos uno de Educación y Cultura.
Vemos en usted una persona que siente que tiene patente de corso y que usa la ofensa como forma de relacionamiento. El problema es que no lo usa solamente con los docentes, con los maestros, con funcionarios jerárquicos del ministerio, sino que a la población le molesta, porque quieren volver a tener confianza en la educación.
Si realmente formamos ciudadanos críticos, no afloja nunca la educación. Y menos la educación pública”.
En tanto, la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, estimó:
“Se nos acusa con ligereza de haber dado más recursos solo aprovechando la bonanza económica. Nada más lejos de la verdad. En el año 2004, en el que el Gobierno blanqui-colorado asignaba ese monto que mantenía congelado desde hacía cinco años, nuestra fuerza política se comprometía a destinar el 4,5 % del PBI a la educación. Nos comprometimos porque nosotros no hacemos demagogia con la educación. Asumimos con seriedad la tarea de transformarla, no con palabras, sino con la irrefutable prueba de los hechos. En realidad, en el qué hacer no hay diferencias, puede haber diferencias en los tiempos y algunos matices, pero de todas maneras entendemos que de este momento podemos salir con los mismos acuerdos que se hicieron en el Gobierno del presidente José Mujica entre todos los partidos políticos y que son los que hoy la educación pública está aplicando”.
