Telemundo acompañó a la fórmula frenteamplista en su recorrida por Soriano poniendo foco en particularidades que suelen pasar inadvertidas en una campaña electoral.
Era la última arenga del día y la castigada garganta no sería obstáculo.
Van palabras, vuelven aplausos. Anochece una larga jornada de gentes, abrazos, saludos, fotos, más gente y más fotos, notas de prensa y discursos que quizás deterioren la voz, pero no la callan.
Era Soriano y faltaban 43 días para las elecciones, pero todo había empezado en Colonia. Desde Florencio Sánchez partió la caravana que al cruzar la vía llegó a Cardona, ahora sí departamento de Soriano.
Un minuto antes había sonado la alarma del teléfono de Martínez, por eso la manzana. Es la colación que toca dos horas después del desayuno y volverá a sonar dos horas después del almuerzo.
En Cardona lo recibieron viejos conocidos que hace tiempo lo imaginan presidente.
Fue en ese momento cuando Martínez decidió agregar dos cuadras a su ruta hasta un acto del Partido Nacional para abrazarse con quien hoy aparece como su principal retador.
Más tarde, entre los 1.000 habitantes de Santa Catalina lo esperaba Wilma, que no hace mucho sufrió la partida de su hijo Enrique y en esa visita del candidato conoció a la compañera de fórmula:
Ya en Dolores, después de visitas relámpago a Rodó y Palmitas, más prensa, más fotos, más recorridas entre casas construidas tras el tornado de 2016 y el abrazo del club de fans con nombre propio:
Así fue la recorrida de Martínez y Villar en Soriano. Así sigue la campaña electoral, a poco más de un mes del primer round: 40 días más de exigir la garganta para convencer y de caminar para convocar, entre risas que quizás escondan alguna tristeza, pero siempre fortaleciendo la democracia.
