"Era la única forma de demostrar mi aprecio": regresó el australiano que besó el suelo uruguayo tras ser evacuado del Greg Mortimer

“Fue un modo sencillo de decir ‘gracias’”. Esas fueron las palabras del australiano Jesz Fleming.

“Fue un modo sencillo de decir ‘gracias’”. Esas fueron las palabras del australiano Jesz Fleming para resumir un gesto que emocionó al Uruguay y al mundo durante la etapa más dura de la pandemia: el hombre besó el suelo uruguayo antes de subirse a un avión que lo llevaría de regreso a Australia luego de llegar a Uruguay en el crucero Greg Mortimer y de ser atendido por Covid-19 en el Hospital Británico.

Fleming y su esposa regresaron a Uruguay a dos años de lo sucedido y fueron recibidos con un agasajo especial por parte del Ministerio de Turismo. Tras ese encuentro, Fleming recordó el episodio, que se dio en el marco del corredor sanitario especial que el gobierno uruguayo dispuso para evacuar a los pasajeros que se encontraban varados en el crucero. 

“Estaba con una máscara, así que era la única forma de poder demostrar mi aprecio y gratitud al gobierno de Uruguay; a su gente; a los doctores, enfermeras y el personal del hospital. Fue un modo sencillo de decir ‘gracias’”, dijo el hombre a Telemundo, mientras se mostraba junto a su esposa envueltos en el pabellón nacional. 

Después de permanecer varado en el puerto de Montevideo seis semanas al inicio de la pandemia, el Greg Mortimer volvió a la capital uruguaya para que los pasajeros que no pudieron completar el crucero por los casos de  Covid-19 puedan retomarlo. Esta vez el viaje partirá de Montevideo como forma de reconocimiento a las autoridades que brindaron asistencia a los turistas y a la tripulación. En ese marco, habrá varios homenajes.

Hace dos años y medio, más de 200 pasajeros se embarcaban en un crucero sin sospechar que el viaje que los esperaba estaría marcado por una enfermedad que causó muertes, generó miedo, cerró fronteras y frenó la actividad económica. En total, 216 turistas y la tripulación del Greg Mortimer quedaron varados en alta mar cuando los puertos se les cerraban debido a los casos confirmados de la enfermedad a bordo. El gobierno uruguayo los asistió, brindándoles atención médica y alojándolos en hoteles para pasar la cuarentena o centros hospitalarios en caso de ser necesario.

Luego el gobierno estableció corredores sanitarios que los llevaron en ómnibus especiales hasta  el aeropuerto para regresar a sus países de origen. 

Ahora varios pasajeros podrán terminar el viaje de 24 días que los llevará a la Antártida pasando entre otros lugares por Islas Malvinas y Ushuaia. Emprenderán el viaje en el mismo barco, incluso en el mismo camarote donde estuvieron seis semanas frente a las costas uruguayas.

También habrá un homenaje a Tony, el tripulante filipino que falleció por la enfermedad a bordo. El martes previo a la partida del barco, a las 21:00 horas, habrá un cocktail como agradecimiento a las autoridades uruguayas que decidieron permitir que el buque permaneciera en Montevideo pese a los riesgos sanitarios que implicaba y el personal médico que los asistió.

Varios pasajeros llegaron a Uruguay con días de antelación. Querían conocer el país que solo pudieron divisar desde la costa o en un ómnibus, y agradecer la atención que Uruguay les brindó.


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