“La víctima lamentablemente estaba en el momento y lugar equivocado, y se encuentra con una persona que tiene total desprecio por la vida. No era el novio, no se conocían", dijo la fiscal de Rivera.
La Policía trabaja bajo la hipótesis de un móvil sexual en el asesinato de Bárbara Prieto, la joven de 24 años hallada muerta en el barrio Mandubí de Rivera. La investigación desarrollada hasta el momento arroja que la víctima salió a estudiar cuando fue abordada por un hombre de 20 años que la amenazó con un cuchillo, abusó sexualmente de ella y luego la mató.
Los relevamientos de las cámaras de seguridad y los testimonios de personas del entorno de Bárbara han permitido reconstruir el escenario de lo sucedido. Ella salió de su casa en el barrio Mandubí de Rivera a las seis y media de la mañana de este martes. Todavía era de noche y llovía: la joven iba camino a estudiar al Instituto de Formación Docente de la ciudad cuando fue abordada por el asesino.
La familia de Barbara se preocupó por su ausencia cuando a las 13:00 horas del mismo día la joven no regresó a su casa y tampoco contestaba a su celular, algo inusual en ella. Policías de la Jefatura de Rivera hallaron su teléfono abandonado cerca de un descampado, y a las 19:00 horas finalmente encontraron el cuerpo con heridas de arma blanca.
La investigación de la Policía permitió determinar que un joven de 24 años con antecedentes por robo de cables era el responsable del crimen. Una cámara de seguridad registra el momento en que el asesino interceptó a su víctima y la obligó a caminar hacia un descampado donde abusó de ella y luego la mató.
El asesino, que fue imputado en la tarde del miércoles, había estado consumiendo pasta base y alcohol durante varias horas antes de cometer el crimen. No tenía ningún vínculo con la víctima. Deberá cumplir 180 días de prisión preventiva mientras continúa la investigación.
Fuentes policiales dijeron a Telemundo que el delincuente tenía un perfil violento, agravado por el consumo de drogas. Esta situación llevó a que sus familiares se desligaran de él: sus padres, de hecho, se fueron de Rivera para evitar contacto con su hijo adicto. Sin embargo no tiene en su historial investigaciones por delitos sexuales, solo por robo de cables, hecho por el que fue condenado sin prisión.
En el allanamiento que terminó en su detención la Policía incautó las prendas que el asesino utilizó para cometer el crimen y la presunta arma homicida. Las imágenes registradas por cámaras de seguridad también apuntan contra él y se analizan también otros elementos clave para determinar la responsabilidad del asesino.
La fiscal Alejandra Domínguez explicó en rueda de prensa en la noche del miércoles que el hombre “fue formalizado por un delito de homicidio muy especialmente agravado por haberse cometido con graves sevicias y por el femicidio”. “La víctima tenía varias heridas cortopunzantes, varias de ellas antes de darle muerte, por eso la Fiscalía pidió la formalización por las graves sevicias, que es cuando uno hace sufrimientos innecesarios antes de darle muerte”, apuntó, y agregó que también se lo formalizó por femicidio porque existió una agresión sexual.
En tanto, la fiscal señaló que la familia le pidió especialmente que aclare que entre el presunto homicida y la víctima no existía ningún vínculo.
“La víctima lamentablemente estaba en el momento y lugar equivocado, y se encuentra con una persona que tiene total desprecio por la vida. No era el novio. El novio es un funcionario policial que estaba en Montevideo, desesperado por lo que le había pasado a su novia. No se conocía con la víctima”, dijo Domínguez.
