Además, un camerunés radicado en Uruguay de hace nueve años les ofreció hospedaje por unos días.
Los cuatro ciudadanos nigerianos arribaron el sábado al puerto de Montevideo en un barco con bandera de Islas Marshall procedente del puerto de Lagos, en Nigeria, que viajaba rumbo a Argentina.
El capitán del buque pidió ayuda a la Armada uruguaya cuando, al ser descubiertos, los polizones se amotinaron y amenazaron al resto de la tripulación. Por tal motivo, el barco fue escoltado hasta el puerto de Montevideo, donde permanece demorado hasta que finalice el sumario.
Tras ser interrogados, los inmigrantes indocumentados fueron dejados en libertad, pero debieron permanecer en Prefectura Nacional Naval por no contar con un lugar a dónde hospedarse.
Desde la Institución Nacional de Derechos Humanos se hicieron infructuosas gestiones con diferentes organismos del estado para dar una respuesta humanitaria a los cuatro hombres, que pidieron ser acogidos como refugiados.
Hasta ahora, los nigerianos sólo recibieron ayuda la organización no gubernamental Idas y Vueltas, que trabaja con población migrante y refugiada y los contactó con otros africanos asentados en Uruguay.
Uno de ellos, el camerunés Ayangma Bertrand, que vive desde hace nueve años en el país, dijo este martes a Telemundo que ofreció su casa para que puedan dormir algunas noches hasta conseguir una solución definitiva.
De esta forma y gracias a la solidaridad de la sociedad civil, esta noche los nigerianos podrán pernoctar por primera vez fuera de una celda desde su arribo al país.
En tanto, el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu), que tiene convenio con la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, formalizó el pedido de refugio ante Cancillería y avanza con la documentación.
