El Café Brasilero homenajeó a Eduardo Galeano

El establecimiento, un lugar que el escritor visitaba como "una ceremonia sagrada", agregó el Café Galeano a su menú. Telemundo recordó el diálogo que se mantuvo con él cuando el Brasilero había cerrado en 2008.

Con motivo del fallecimiento del autor, el Café Brasilero, uno de los lugares que más frecuentaba en Montevideo, lo recordó con el agregado de un Café Galeano al menú. A su vez, en Telemundo recordamos el diálogo que mantuvimos con él cuando el Café Brasilero cerró.

 

La presencia de Eduardo Galeano en Ciudad Vieja no pasó inadvertida para dos admiradoras del escritor que no perdieron oportunidad de pedirle un autógrafo y de sacarse una foto con él en la puerta del Café Brasilero.

Así habló el escritor, cuando se enteró del cierre del café:

"Una ceremonia sagrada para mí es venir al Café Brasilero, cada vez que vuelvo de un viaje me vengo acá y cumplo con mi ritual.

Y vine y me encontré con la cortina cerrada, empecé a preguntar y nadie sabía nada, y unos vecinos me dijeron: lo vendieron, no está más.

Yo no podía creer, quedé tan voleado que bajé la vereda y páfate casi me mata un auto. Me salvé por un pelo de los que no tengo, por la impresión que me dio, me sentí como mutilado, como que me habían arrancado un brazo".

Galeano comenzó a fomentar el Brasilero desde muy joven, cuando el semanario Marcha estaba en la Plaza Matriz. Además de tener el carné de socio número uno, el escritor confesó que a menudo allí escribe, se encuentra con amigos y a sí mismo.

El escritor agregó:

"A los cafés de Montevideo les debo todo, porque yo no tuve educación formal, ni siquiera hice primero de liceo. En los cafés aprendí el arte de vivir y el oficio de narrar.

Este era un templito, un templito del amor, de la amistad, un lugar de encuentro. A los lugares de encuentro hay que defenderlos, porque este es un mundo organizado para el desvínculo, para el desencuentro".

 


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