Vecinos desplazados reclaman que no han sido asistidos. Algunos de los desplazados retornaron a sus casas.
Actualmente hay 645 personas evacuadas y 1.030 autoevacuadas, totalizando 1.675 personas desplazadas. El aumento del número total de personas desplazadas no se debe a que haya más personas fuera de sus viviendas, sino a que hay más personas autoevacuadas que se registraron el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (CECOED). Ya no se reportan rutas nacionales cortadas.
Datos del SINAE.
Un grupo de vecinos desplazados acampa en el barrio Ayuí y asegura no tener casi apoyo desde que tuvieron que abandonar sus casas.
“Ha venido gente a tomarnos los datos y dijeron que se nos iba a traer algo, a visitar y ver las condiciones pero no volvieron más”, dijo Ana Rodríguez, una vecina desplazada.
“Me indigno porque no vinieron a traer ni una bolsa de nylon”, contó Almira Zerpa, otra acampante en Ayuí.
Las autoridades aseguraron que controlan tanto a quienes están en la calle como a quienes están en lugares para evacuados. Sin embargo, admiten que hay dificultad para acceder a medicamentos.
“El problema es que las policlínicas barriales estaban cerradas. Para obtener lo de las policlínicas tuvieron que ir al hospital. Andamos con planillas y enfermeros pero no podemos andar distribuyendo medicación”, explicó el director departamental de Salud Dante Emilio Toma.
La Intendencia de Artigas dice que un problema adicional es el hecho de que las inundaciones ocurrieron en Semana de Turismo, cuando hay muchos funcionarios de licencia.
“Sucede algo contraproducente, que es cuando la gente no quiere salir de su casa cuando los camiones están disponibles, que es cuando los ríos no están en una situación crítica. Durante el lunes se trató de que las familias evacuaran mediante la Intendencia y no quisieron. Esperaron hasta la noche y no se pudo dar abasto con la cantidad de gente que quería evacuar”, contó el director de Bienestar Social de la Intendencia de Artigas Emiliano Soravilla.
Quienes no evacuaron con la Intendencia terminaron autoevacuándose. Al no estar registrados, no recibieron comida hasta que fueron detectados el miércoles.
Con la bajada de la inundación, quienes quedaron desplazados retornaron a sus residencias.
