Infectólogo Galiana advirtió sobre el "síndrome del ermitaño" en menores tras vuelta a clases presenciales

El director del Hospital Pediátrico del Pereira Rossell dijo que desde que las clases son virtuales, a este centro llegan menores con "situaciones de depresión, de angustia, de bullying, ideas de suicidio e ideas de muerte".

El pediatra e infectólogo Álvaro Galiana advirtió acerca del "síndrome del ermitaño" de los niños y adolescentes que volvieron a clases presenciales. En diálogo con Telemundo subrayó que, por la salud mental de los menores, no se puede pensar en dar marcha atrás en este sentido.

“En estos días que están retomando la presencialidad los chiquilines, estamos comprobando eso que hemos leído: el síndrome del ermitaño. El niño que se acostumbró a la no presencialidad y no quiere volver a clase y eso es dañino para el niño, es un problema que generamos, de alguna manera, y quizás no corresponda", señaló.

El director del Hospital Pediátrico del Pereira Rossell aseguró que desde que se instrumentaron las clases virtuales, a este centro llegan menores con "situaciones de depresión, de angustia, de bullying, ideas de suicidio, ideas de muerte, y eso está vinculado con la no presencialidad".

Los niños y adolescentes "tienen que entender que la vida es social y tienen que volver a clase", subrayó el especialista.

La vuelta a clases se debe concretar independientemente de si se puede garantizar la distancia recomendada para evitar contagios de Covid-19. "Si se puede lograr un metro o metro y medio, si se puede, es mejor. Si no se puede, no importa. El daño mayor vinculado al Covid-19 ha sido la no presencialidad de los niños en las escuelas", dijo Galiana.

"El punto central que tiene que quedar claro es que no puede haber ningún argumento vinculado a la distancia que impida la presencialidad total de los chiquilines a las escuelas. Lo central es que los niños puedan concurrir a las escuelas, puedan volver a la presencialidad total", agregó.

El especialista indicó que en aquellos centros donde no se pueda garantizar la distancia, se deberá apelar a la imaginación. "Habrá que poner empeño e imaginación, pero lo que no puede ocurrir hoy en día, en este momento, es que alguien en Uruguay justifique que los niños no vayan a la escuela, a la UTU o al liceo porque no se logra la distancia", valoró. 

Por otra parte, el director hospitalario destacó la voluntad de los adolescentes para vacunarse. Aseguró que quienes tienen entre 12 y 17 años "son los primeros que quieren vacunarse para evitar las consecuencias de esta pandemia, que específicamente en los adolescentes han sido nefastas". 

¿Cuáles van a ser las consecuencias a largo plazo de la pandemia? “Es difícil de evaluar porque en cada contexto social tiene una repercusión diferente. Sí queda claro que ha generado una situación de un antes y un después, una situación que los chiquilines de estos años de enseñanza la recordarán toda su vida", respondió Galiana.


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