“Exigimos el fiel cumplimiento de la Ley de violencia hacia las mujeres basada en género", apuntaron desde la Intersocial Feminista.
Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una jornada que busca concientizar sobre el tema, movilizar a colectivos sociales y actores de gobierno a actuar en busca de soluciones y también a recordar a las víctimas.
En ese marco, diferentes organizaciones sociales y colectivos feministas se movilizarán en distintas partes de Uruguay. En Montevideo, la Plataforma 25N convoca a una concentración a las 18:00 horas para marchar por 18 de Julio desde la plaza Independencia hasta la explanada de la Intendencia de Montevideo
En diálogo con Telemundo, Valeria Caggiano, integrante de la plataforma y también de la Intersocial Feminista, explicó algunos de los principales desafíos para trabajar en el tema y la incidencia en Uruguay de la violencia de género.
“Este año vamos un promedio de 33 femicidios, pero hay 40 muertes vinculadas a casos de femicidio. Es una cifra altísima. Esas muertes vinculadas son, por ejemplo, cuando personas adultas atentan contra la vida de los hijos en represalia a una mujer; en su mayoría varones que atentan contra la vida de sus hijos para hacer daño y ejercer violencia hacia la mujer”, apuntó Caggiano.
A mediados de noviembre, el Ministerio del Interior presentó las cifras de delitos del tercer trimestre de 2022. En ese contexto, se mostró que las denuncias de violencia doméstica se mantuvieron estables, con una leve baja de 0,9%.
Consultada al respecto, Caggiano señaló que “la baja de denuncias no necesariamente puede estarnos diciendo que hay una baja del problema”.
“En realidad, desde que hay estadísticas públicas en relación a la prevalencia de la violencia basada en género, las cifras van en aumento. Y cada vez más hay una sensación de que al estar el tema en el tapete público y poder hablar de esto, de alguna forma lo que aparecen es una mayor cantidad de denuncias. Ahí tendríamos que pensar cómo han impactado algunas decisiones que el año pasado fueron bastante confusas en relación a los protocolos de registro de denuncia, que cambió el Ministerio del Interior y después rápidamente desandó porque fragilizaba muchísimo el sistema de garantías para las mujeres que concurren a una seccional a radicar una denuncia”, dijo.
En tanto, Caggiano también señaló algunos de los aspectos en los que desde el colectivo feminista consideran que el Estado debe profundizar su accionar.
“Las campañas de sensibilización no existen o funcionan de manera muy puntual, en algunos momentos del año. Esto debería tener una campaña continua. El Estado uruguayo tiene mecanismos que podría tener acciones desplegadas durante todo el año”, dijo.
“Otro tema importante es cómo incorporamos estas dimensiones de los estereotipos de género y de una cultura de la no violencia en los programas curriculares, en todos los niveles de la educación. Ahí estaríamos teniendo acciones concretas y contundentes en parar este fenómeno”, agregó.
En esa línea, además, señaló que el incumplimiento de la Ley de violencia hacia las mujeres basada en género también es una barrera para luchar contra el tema.
“Exigimos el fiel cumplimiento de la Ley de violencia hacia las mujeres basada en género, que desde que fue sancionada en 2017 y reglamentada en 2018 nunca se ha instrumentado de forma cabal, porque no se le han asignado ni todos los recursos ni se han dado todas las directrices para que la planificación pública integre sus líneas y combata de forma concreta la violencia hacia mujeres, niñas y adolescentes por su condición de género”, apuntó.
Finalmente, Caggiano hizo hincapié en la necesidad de que se contemplen factores que también hacen a la violencia de género, como el económico.
“El acceso a la vivienda es un gran problema. La violencia económica es un gran problema en términos de poder construir un proyecto de vida autónoma. Ha habido aumento de subsidios de alquiler para las mujeres en esta situación, pero no es suficiente. Al igual que la violencia psicológica, es bastante invisible”, apuntó.
