La familia y los compañeros del cabo Pablo García despidieron al policía.
El cabo, que obtuvo el ascenso a sargento en el curso del 2019 y esperaba una vacante, fue asesinado en la madrugada en barrio Rampla cuando acudió a un llamado por una persona que estaba armada.
En los homenajes estuvieron junto al jefe de la policía local, el director de educación policial y el director nacional de policía.
Los compañeros ingresaron al velatorio en grupos de 6 o 7, por las limitaciones derivadas de la pandemia.
Pablo García deja un hijo de 14 años, que vive con la madre de quien estaba separado.
El cabo asesinado ingresó a la policía hace ocho años, en la seccional 9ª de Montevideo. Tras regresar a Artigas integró la Unidad de Respuesta Policial, y había pasado hace pocos meses a la dirección de Investigaciones.
Su cuerpo fue llevado a Rivera para ser cremado.
"La gente se merece nuestro esfuerzo, aunque esto sea muy doloroso es parte de nuestra profesión"