Larrañaga asumió ayer al frente del Ministerio del Interior y en una reunión con los 19 jefes de Policía del país, el jerarca, junto al presidente Luis Lacalle Pou, adelantó algunos cambios que impulsará con el objetivo de aumentar el patrullaje en todo el país.
Una de las primeras instrucciones refiere al Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO), el buque insignia de la gestión de Eduardo Bonomi, con la que se aumentó la cantidad de efectivos haciendo tareas de patrullaje en la calle.
Con la gestión Bonomi, el PADO era dirigido en San José, Canelones y Montevideo, por el Director Nacional de Policía. Para decidir dónde se mandan los equipos, se basan en un software que ubica geográficamente dónde se concentran las denuncias. A eso le llaman el mapa de calor del delito.
En la gestión Larrañaga, el PADO pasa a ser dirigido en todo el país por cada uno de los 19 jefes departamententales. Fuentes del Ministerio dijeron a Telemundo que el mapa de calor pasa a ser un insumo y que los jefes tendrán mayor incidencia en cómo se mueve el PADO.
Otro punto es el de la potestad de la Policía para pedirle la cédula a los ciudadanos.
Con la gestión Bonomi, la Policía puede pedir en operativos de búsqueda de sospechosos y fugados a aquellas personas que se parezcan al buscado, según dice la ley de procedimiento policial.
Ahora, Lacalle Pou adelantó que con la ley de urgente consideración se podrá pedir cedula a cualquier persona, en cualquier circunstancia. Las personas estarán obligadas a identificarse.
El servicio 222, por el que el policía realiza tareas de custodia de escuelas, oficinas públicas, se amplía. Antes de Bonomi, los efectivos hacían hasta 120 horas al mes. Eso se restringió en 2010, y se topeo en 50 horas mensuales para evitar que los policías se sobrecarguen de trabajo.
La ley de urgente consideración amplía a 100 horas el tope, apenas 20 menos de lo que se hacía antes de la gestión Bonomi.
