Aseguran que no son aptas para el consumo humano.
La cosecha de manzanas que comenzó en enero y termina esta semana se estima en 70.000 toneladas. De ese total, los productores tiraron el 20 por ciento, es decir, 14.000 toneladas. El descarte se produce por daños en la cosecha o errores en el empaquetado.
Los granjeros entienden que esas manzanas no se pueden vender en fresco y que tampoco hay capacidad industrial para absorber esa cantidad. Por eso ya la derivaron al consumo de animales.
El gobierno discrepó con los productores por este asunto la semana pasada. En este sentido, la presidenta de la junta nacional de la granja dijo que no iba a ser necesario tirar tantos kilos.
Esto se explica porque gobierno y productores difieren sobre la cantidad cosechada, ya que la junta de la granja considera que es de 10 mil toneladas menos.
