Un informe del equipo que monitorea la regulación en la facultad de ciencias sociales plantea que se debe a una “inadecuada implementación del cannabis medicinal en Uruguay”.
La falta de respuesta satisfactoria de los tratamientos convencionales y el intento por tomar menos medicamentos son las principales razones de los uruguayos que se interesan en el cannabis medicinal.
A pesar de que en Uruguay está regulado, la dificultad en el acceso persiste, porque sólo es posible comprar en farmacias dos productos con cannabidiol a un costo elevado, plantea el informe.
Un 35 % de quienes utilizan cannabis medicinal acceden por vías irregulares, otro tercio lo fabrica a partir del autocultivo y casi un 23 % lo adquiere en el exterior.
En el informe los investigadores aseguran que “esto confirma una vez más la existencia de un mercado clandestino de productos y que un alto porcentaje de personas recurre al autocultivo para hacer uso del cannabis con fines medicinales. En ambos casos los productos difícilmente cumplen estándares de calidad”.
“La falta de implementación adecuada en tiempo y forma ha tenido un efecto negativo: la demanda insatisfecha de productos ha impulsado un mercado ilegal de cannabis medicinal”, concluye el informe.
