Dos días antes de dejar su cargo firmó un decreto para hacer una escultura con armas de militares y tupamaros fundidas.
Según publicó este jueves el semanario Búsqueda, el decreto fue firmado por Mujica y el ministro de Defensa Fernández Huidobro el 26 de febrero, a 48 horas de dejar la presidencia. La idea era construir una escultura con material surgido de la fundición de armas que utilizaron Tupamaros y militares entre 1963 y 1972. La gestación comenzó unos años antes en conversaciones entre Mujica y el ex comandante de la Fuerza Aérea, José Bonilla.
El militar, que fue designado por Mujica como coordinador de Inteligencia del Estado, habló con reconocidos escultores como Pablo Atchugarry y Ricardo Pascale, que se mostraron dispuestos a participar del proyecto.
Un tiempo antes Bonilla, por pedido de Mujica, había ubicado las viejas armas de los Tupamaros en el Servicio de Material y Armamento del Ejército. Las tres piezas de metal que surgieron, de 500 kg cada una, fueron donadas por la empresa.
Según Búsqueda, el proyecto entró en un impasse luego de la muerte del general Dalmao y la polémica por los cuestionamientos de su camarada Wille Purtscher.
Sobre el final de la administración de Mujica hubo un nuevo impulso y se firmó el decreto.
Consultado por Búsqueda, Vázquez dijo que no tenía ni idea y que ni Mujica ni Fernández Huidobro se lo habían comunicado. Luego fue informado por el ministro de Defensa y sostuvo que no tenía opinión firmada y reiteró que no tuvo arte ni parte en el proceso de aprobación del decreto.
