Es el caso de Joselyn Nalerio de 26 años mamá soltera de dos mellizas con TEA (Trastorno del Espectro Autista) que fueron rechazadas del jardín público 215, pese a estar inscriptas.
Britney y Ashley Nalerio son mellizas. Tienen 5 años y cuando cumplieron 3 les detectaron autismo. Britney es muy activa y curiosa, pero le cuesta integrarse. Ashley es más tranquila pero menos expresiva. Recién ahora miran a su madre.
Van a fonoaudiólogo y psicomotricista y el médico tratante recomendó que empiecen la escuela. El año pasado ya lo intentaron en el mismo jardín y las rechazaron, pero este año su madre y abuela lograron inscribirlas. Pero igual no pudieron empezar.
"Nosotras las anotamos en el jardín nº215, quedaron para ese jardín. El día lunes mi madre se dirige al lugar, a la reunión. La directora, de malos modos, le dice que se vaya, que las niñas no van a concurrir a esa escuela, que busquemos otra. Hablé con la inspectora que estaba de guardia, no me dio una respuesta en sí, me dijo que iban a ir para la escuela nº89. Yo llamé a la escuela nº89 y me dijeron que tienen que ir al 215 porque no tienen espacio", relató la madre a Telemundo.
Esto también ocurre en el marco de los colegios privados. Telemundo conversó con Leonardo Martirena, papá de Máximo, uno niño de tres años que había inscrito en un colegio privado. En la entrevista le dijeron que la institución no podía recibirlo.
Cuando Máximo cumplió un año, el medico tratante se dio cuenta que su desarrollo era más lento de lo esperado y le descubrieron el autismo. Es afectuoso y no le cuesta integrarse, pero no habla una palabra y no logra dejar los pañales.
El año pasado iba a un jardín pero cerró y este año buscaron otra institución.
"Cuando fuimos a la entrevista nos dijeron que ellos no aceptaban acompañante terapéutico y a su vez que no podían tenerlo porque tenían una sola maestra para el grupo. Salimos a buscar otro lugar, por suerte encontramos un colegio en la calle Millán. Este año lo tenemos solucionado, el año que viene volveremos a la búsqueda", relató el padre.
