Paso a paso del "caso Astesiano": cómo la detención del custodia del presidente derivó en un frenteamplista indagado y dos fiscales enfrentados

La fiscal Fossati denunció por violencia de género a su par Fernando Romano. Mientras tanto, continúa sin esclarecerse los motivos de la indagatoria contra el dirigente Gustavo Leal.

Si fuera una serie sobre política la primera escena se hubiera filmado en la noche del 25 de setiembre de 2022 en la zona del Prado de Montevideo. El presidente Luis Lacalle Pou, sus hijos y su custodia arriban a Montevideo de un viaje a Costa Rica y el mandatario se dirige a la residencia de Suárez y Reyes acompañado de Alejandro Astesiano. El director de la Dirección Nacional de Inteligencia se presenta en la casa y detiene al jefe de la custodia presidencial por una investigación que lo vincula a una trama de pasaportes expedidos con información falsa.

En ese momento resultaba imposible imaginar las derivaciones que tendría el llamado "caso Astesiano" casi seis meses después.

Entre ese 25 de setiembre y la actualidad, la "saga" incluyó un desfile de políticos entrando a Fiscalía para declarar (Álvaro Delgado y Rodrigo Ferrés en calidad de testigos por sus labores en Presidencia y Mario Bergara, Charles Carrera y Marcelo Abdala como testigos y víctimas del accionar de Astesiano), varios condenados e imputados y una incontable cantidad de chats y audios de WhatsApp filtrados que mostraban presuntas o demostradas ilicitudes de Astesiano, el hombre que caminaba al lado del presidente en cada viaje y al que Lacalle -en palabras de él mismo- le había "entregado lo más preciado", el cuidado de su familia.

La trama de los pasaportes uruguayos con información falsa dejó el centro de la investigación y del debate público. Incluso en la acusación que terminó con la condena de más de cuatro años de prisión para Astesiano, la fiscal del caso, Gabriela Fossati, dice que el ex custodia "no realizó ninguna gestión efectiva para el grupo" que se encargaba de los documentos apócrifos, pese a que sí cobró U$S 10.000 por el adelanto de su actividad de "facilitador".

La escena fue tomada por las conversaciones de Astesiano con todo tipo de actores -empresarios, jerarcas de Presidencia, autoridades policiales- en las que asumía o cumplía con ilicitudes. En varias ocasiones nombraba un supuesto interés del presidente, sin que eso se haya logrado probar en la investigación fiscal.

A mediados de febrero llegó la condena a Astesiano: cuatro años y medio por cuatro delitos. Desde el oficialismo pensaron que había terminado la historia y desde la oposición que seguiría. Y continuó, pero con un dirigente del Frente Amplio pasando al banquillo de los acusados.

El apuntado fue Gustavo Leal, quien en el pasado gobierno se desempeñó como director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior. El sociólogo es el principal referente en temas de seguridad de la coalición de izquierda. Iba a ser el ministro del Interior si en 2019 ganaba Daniel Martínez y es uno de los dirigentes que más ha criticado la gestión de Luis Alberto Heber, titular de la cartera.

Astesiano desde la cárcel contó que Leal había viajado hasta Barra do Chuí (Brasil) para visitar a su padre. El frentista dijo que explicaría todo luego de declarar ante Fossati, pero salió por la puerta de atrás de Fiscalía y crecieron las especulaciones.

Leal es indagado por encubrimiento, pero la fiscal aún no ha especificado por qué hecho se lo investiga, es decir, qué parte de la investigación encubrió o intentó entorpecer Leal al reunirse con el padre de Astesiano.

En medio de la presión sobre Fossati para que se manifestara sobre el tema y sumado a la aparición de audios de ella con un periodista enviados en noviembre pasado, la fiscal tomó dos decisiones: pedirse 15 días de licencia médica por estrés y volver a pedirle al fiscal de Corte, Juan Gómez, que la aparte de la causa.

Ni una cosa ni la otra se cumplieron: Gómez no la sacó del caso y la fiscal no cumplió con las dos semanas de descanso. En la mitad de la licencia apareció en su oficina con un nuevo certificado médico que constataba que estaba apta para trabajar.

Durante su semana de ausencia, Fossati fue suplantada por Fernando Romano, un fiscal de alto perfil por su trabajo vinculado a la violencia en el deporte. En esos días Leal y su abogado, Diego Camaño, volvieron a pedir explicaciones y Romano dijo que no podía dárselas porque no estaba al tanto de la investigación. Incluso, según informaron varios medios como Radio Sarandí, Romano visitó a Astesiano en la cárcel mientras estuvo al mando de la investigación.

El lunes, cuando Fossati volvió al puesto, Romano se presentó en su oficina. Según supo Telemundo la discusión se originó en la forma en que Romano manejó el caso durante la semana que subrogó a la fiscal. El tono de ambos fue subiendo y, según El Observador, Romano actuó con violencia sobre Fossati.

La fiscal denunció el caso ante el fiscal de Corte, que inició una investigación administrativa de urgencia.

Mientras tanto, la audiencia fijada para este jueves con Leal fue suspendida por parte del abogado Camaño, que insiste en conocer los motivos de la indagatoria contra su defendido.


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